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El lenguaje cinematográfico II

Publicado por Aroa Plaza

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En el artículo anterior (puedes consultarlo pinchando aquí), comenzamos el tema que hoy también ocupa este espacio, el lenguaje cinematográfico. Terminábamos apuntando que existe un grupo de tres recursos de connotación fílmica: los espaciales, los kinésicos y los audiovisuales; pues bien, analizados los primeros en anterior artículo, hoy nos disponemos a estudiar los otros dos grupos. Comencemos:

– Connotadores kinésicos.

Algo que diferencia el lenguaje cinematográfico de otros lenguajes es el movimiento, el tiempo y el espacio son aspectos fundamentales en él. Al respecto, podemos señalar algunos aspectos que contribuyen a la connotación kinésica:

a) El movimiento de la cámara, llamado travelling, ofrece distintas perspectivas; este puede ser de acompañamiento, panorámico, hacia delante, hacia atrás, lateral, etc. Estos movimientos pueden ser realizados con una grúa, distintos soportes, etc. Es importante destacar que el movimiento de la cámara no solo cambia la perspectiva visual, sino que también puede influir en la interpretación emocional de la escena. Un movimiento de cámara lento puede transmitir calma o tensión, mientras que un movimiento rápido puede transmitir acción o urgencia.

b) El montaje también ofrece distintas posibilidades: paralelo, por leitmotiv, por elipsis, en flash-back, entre otros. El montaje es una herramienta poderosa para la narración, ya que permite jugar con la temporalidad y la secuencia de los eventos. Un montaje no lineal puede crear suspense o sorpresa, mientras que un montaje paralelo puede mostrar eventos simultáneos que ocurren en diferentes lugares.

c) El ritmo con el que se montan los planos puede variar también: puede ir de menos a más, suave en momentos de transición, etc., según las necesidades narrativas que se presenten. El ritmo es esencial para mantener la atención del espectador y para transmitir la energía de la escena. Un ritmo rápido puede crear tensión o emoción, mientras que un ritmo lento puede transmitir reflexión o melancolía.

d) El tiempo puede expresarse a través del empleo de signos como sería un reloj, un calendario, un cambio en las prendas de vestir, etc. y también a través de diferentes procesos como la música, la duración del plano, etc. Además, en el cine el tiempo puede ser de tres clases: por adecuación, tiempo real; por condensación, historia larga en un espacio de tiempo corto; y por distensión, alargando el tiempo objetivo de forma subjetiva.

e) Los signos visuales que equivalen a los signos de puntuación de la escritura: ocultaciones, persianas, etc. Estos signos visuales pueden ser utilizados para indicar transiciones, cambios de escena, o para enfocar la atención del espectador en un elemento particular de la escena.

f) Los efectos especiales que poseen un gran poder de connotación como las perspectivas, los filtros, el ralentí y su opuesto la aceleración, la sobreimpresión, máquinas de fantasía, etc. Los efectos especiales pueden ser utilizados para crear mundos fantásticos, para alterar la realidad, o para destacar elementos sobrenaturales o mágicos.

– Connotadores audiovisuales.

Es posible producir connotaciones a través de connotadores audiovisuales como son la palabra, los ruidos o la música.

a) La palabra, que toma vida en la voz debe adaptarse a las exigencias del guión. La palabra ha de combinarse perfectamente con la imagen. Como ya hemos señalado el cine guarda cierta relación con lo literario y lo dramático, por lo que la palabra también aparece a través de diferentes modalidades expresivas como el diálogo, el diálogo interior, el monólogo y el monólogo interior o el recuerdo y su evocación por medio de las palabras. La palabra también puede ser utilizada para crear contraste o ironía, por ejemplo, cuando lo que se dice contradice lo que se muestra en la imagen.

b) Los ruidos, normalmente creados artificialmente. Por ejemplo, una hoja de acero agitada con intensidad es capaz de evocar en nuestra mente el sonido de una tormenta o del viento. Los ruidos contribuyen especialmente en la ambientación de la obra cinematográfica. Los ruidos también pueden ser utilizados para crear tensión o suspense, por ejemplo, el sonido de pasos en un pasillo vacío, o para indicar la presencia de un personaje antes de que este aparezca en pantalla.

c) La música, en la actualidad, se adapta a las imágenes y no se adhiere del todo a ellas; en el pasado, por ejemplo en las películas de Walt Disney, la imagen se ponía al servicio de la música. La inserción de la música puede hacerse de forma objetiva, cuando forma parte de la acción, o subjetiva, cuando no forma parte de ella pero contribuye a ambientar la escena. La música es un elemento esencial en el cine, ya que puede intensificar las emociones, crear atmósfera, o incluso narrar una historia por sí misma.