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Atributo (sintaxis)

Publicado por Pablo

atributo.jpgEl análisis sintáctico de oraciones, cuando se basa en los preceptos de la gramática tradicional, nos enseña que en toda oración simple ocurren dos accidentes gramaticales con valor sintáctico: por un lado, un sintagma nominal ejerce la función de sujeto; por el otro, un sintagma verbal hace de predicado; y cada uno tiene un núcleo sintagmático susceptible de ser complementado de diversas formas. En este caso tan común, el atributo como función sintáctico no existe.

¿Cuando aparece, entonces, el atributo? Lo hace únicamente en un tipo de oración muy particular, que es la oración copulativa. Las oraciones copulativa, que son, por otra parte, bastante comunes, son aquellas cuyo verbo principal es copulativo, esto es, no hace, realmente, función de verbo, al menos no semánticamente.

¿Qué ocurre, pues, cuando el verbo carece de contenido semántico? Que en la oración no hay acción, y es, por tanto, el sustantivo, el sintagma nominal sujeto, quien domina, con su atributo. Así dicho, no debe sorprender que al predicado de estas oraciones se le llame predicado nominal, pues en verdad lo es.

Veamos algún ejemplo. Cuando decimos que «Pedro es simpático» estamos hablando de cómo es Pedro, pero no estamos diciendo que Pedro haga nada. En efecto, Pedro no hace nada; Pedro es; se nos informa de una cualidad de Pedro, nada más. No hay acción, sino atribución. De ahí que a esta partícula que acompaña a este predicado tan especial sea realmente su núcleo, pues el verbo no puede ser núcleo de nada. El verbo, de hecho, podría hasta desaparecer si la oración fuera mayor. Imagínese un «Pedro es simpático, cae bien a todos», y un «Pedro, simpático, cae bien a todos». Las dos dicen lo mismo; casi no se nota que la segunda no lleve verbo antes del «simpático».

El atributo, por lo tanto, ya podemos definirlo, es el complemento obligatorio que llevan los sujetos (subrayemos esto, los sujetos) de las oraciones copulativas. El atributo complementa al sujeto, pues un verbo que no tiene contenido no se puede complementar. Es con el sujeto, entonces, con quien el atributo guarda relación de concordancia. Si cambiamos «Pedro» por «Pedro y Pablo» ya no podremos decir «es», pero tampoco «simpático», pues no concordaría en número. Esto separa al atributo de los demás complementos del predicado, que no guardan relación alguna con el núcleo del sujeto, sintagma ajeno a ellos.

No hay que olvidar, no obstante, que los verbos «ser», «estar» y «parecer» no son siempre copulativos. Cuando ser significa «suceder» (es que no me encuentro bien) o cuando estar significa permanecer en un lugar (estoy en mi casa) no hay función copulativa, y no hay, por tanto, tampoco atributo.