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El núcleo del sintagma nominal: el nombre

Publicado por Aroa Plaza

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Hoy, en La Guía 2000, nos interesamos por el núcleo del sintagma nominal y para comenzar, diremos que un sintagma es aquella parte de la oración que posee una función sintáctica. El sintagma nominal será aquel que tenga como núcleo un nombre o un pronombre. En consecuencia, para que exista un sintagma nominal debe haber al menos un nombre o un pronombre. Junto al nombre pueden aparecer otros elementos en el sintagma nominal como es el determinante o modificadores que funcionan como adyacentes o complementos. Pero como hemos empezado señalando hoy los que nos ocupa es el estudio del núcleo y concretamente del nombre, pues en el siguiente artículo abordaremos el núcleo del sintagma nominal cuando es un pronombre.

Desde una perspectiva semántica, el nombre es un tipo de palabra que nombra a personas, animales u objetos. Desde una perspectiva morfológica, el nombre es una clase de palabra que se compone de lexema o raíz y morfemas de género y número. Y desde una perspectiva sintáctica, el nombre siempre será el núcleo de un sintagma nominal.

Cuando hablamos del nombre hemos de tener en cuenta que existen otras clases de palabras que pueden sustantivarse, esto es, convertirse en nombres o sustantivos y, por consiguiente, funcionar como núcleo de un sintagma nominal. Esto puede sucederle a adjetivos (Tómate un tranquilizante); a adverbios (Ayer se dieron el sí); a conjunciones (No puedes poner ningún pero) y a verbos (Tiene un andar muy gracioso).

Semánticamente podemos diferenciar distintos tipos de nombres, lo que muchas veces repercute en la sintaxis. Podemos hacer, pues, la siguiente división:

1. Nombres propios: aquellos que dicen cómo se llama una persona (Lara) o un lugar (París).

2. Nombres comunes: aquellos que dicen qué es una cosa o una persona (mesa).

3. Concretos o abstractos: concretos cuando lo que designa el nombre puede ser percibido por los sentidos (casa) y abstractos cuando no pueden serlo y tenemos que hacer un ejercicio de abstracción para captarlos (sinceridad).

4. Contables o no contables: pertenecen al primer tipo aquellos que pueden contarse (coche) y al segundo los que no se pueden pesar pero no contar (arena).

5. Los nombre contables puede ser, a su vez, individuales cuando designan a un solo ser de su clase (soldado) o colectivos cuando designan a un grupo de seres (ejército).

6. Por último, los nombres pueden dividirse en animados cuando designan a seres que tienen movimiento propio (niña) e inanimados cuando no presentan esa característica (plato).

En cuanto a su forma el nombre puede presentar morfemas de género, número y, también, morfemas derivativos.

El género de un nombre puede ser masculino o femenino y concuerda con el artículo u otros determinantes que lo acompañan. Los morfemas que indican el género son -o para el masculino y -a para el femenino. Hay algunos nombres que no tienen morfema de género, aunque sí género, por ejemplo: padre (masculino) / madre (femenino).

El número se manifiesta por la presencia de los morfemas -s/-es para en el plural y por la ausencia de morfema en el singular. El morfema -s se emplea cuando la palabra termina en vocal, salvo que esta sea una u o i tónicas el morfema -es cuando la palabra termina en consonante o u, i tónicas.

Los morfemas derivativos sirven para crear nuevas palabras a partir de palabras ya existentes. Pueden ser prefijos (des- hidratación), sufijos (mov -imiento) o interfijos (destor-ill-ador).