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La estructura de las palabras

Publicado por Aroa Plaza

estructura de las palabras

Hoy, en nuestro blog La Guía 2000, vamos a hablar de la estructura de las palabras. Empezaremos señalando que si cogemos un grupo de palabras como las siguientes:

Flor colchones

Sol carnicero

Ser seremos

Podremos observa que las palabras que aparecen en la primera columna son palabras que no se pueden dividir en más elementos, es decir, son palabras simples. Pero, sin embargo, si nos fijamos en las palabras de la segunda columna veremos como estas sí pueden divididas en distintos elementos (colchon- es, carn- ic-ero, ser- e – mos).

Si tomamos palabras que constituyen parejas como:

– Niño niños

– Balón balones

– Moto motos

– Velero veleros

Veremos cómo dividir en dos partes las palabras que se encuentran en la segunda columna resulta una tarea fácil:

– Niño niño- s

– Balón balón- es

– Moto moto- s

– Velero velero- s

Así, comprobamos que estas palabras están formadas por dos elementos; el primero de ellos que a porta el significado de la palabra y el segundo que indica el número (en este caso plural). Estos elementos reciben el nombre de morfemas y se dice de ellos que son las unidades mínimas que poseen significado. Estas unidades, los morfemas, resultan indivisibles, es decir, no es posible dividirlas en unidades menores dotadas de significado.

Con el fin de ver modo más claro como pueden segmentarse las palabras, observemos otros ejemplos:

– Des- graciada- mente: des- dichada– mente, des- atada –mente, afortunada–mente, reciente- mente.

– Herr- ero: herrer- ía, libr-ero, port- ero.

– Soñ- aba: ronc- aba, ar- aba, soñ- ara, soñ- é.

Si empleáramos los nombres que reciben estas partes divisibles de las palabras de forma estricta, denominaríamos morfos a las partes fónicas que poseen un significado (por ejemplo: chic- o) y usaríamos la palabra morfema para hablar de del significado abstracto de esos morfos (Hombre de edad muy avanzada y masculino). Pero, generalmente, se emplea la palabra morfema para hablar de los morfos.

Si ponemos nuestra atención en las palabras simples vemos que estás están constituidas por un solo morfo. Hablamos, entonces, de un morfo libre. Sin embargo, las palabras complejas podrán estar compuestas por:

– Un morfo libre + uno varios morfos ligados.

Ejemplos: perro – s, mesa –s, carro –s, sapo – s.

– Por dos o más morfos ligados:

Ejemplos: Chic- a – s, cerd- o- s, cuadr- a- s, señor- a- s.

Estas palabras en las que parecen más de un morfo, normalmente constan de:

Una raíz o lexema, que es la parte de la palabra que aporta el significado.

Afijos, que son aquellos morfos que varían ese significado básico que aporta la raíz o lexema.

Ejemplo: anti (prefijo)- nacional (ráiz o lexema) – ista– s (sufijos).

La raíz o lexema, que constituye la parte central de la palabra, es un verbo, un nombre o un adjetivo; mientras que los afijos siempre serán morfemas ligados.

Ejemplos: Recoge (raíz o lexema verbo) – dor (afijo), des (afijo)- animado (raíz o lexema adjetivo) , coche (raíz o lexema nombre) – s (afijo).

Esperamos haberte ayudado a comprender un poquito mejor cómo están formadas las palabras que empleamos todos los días.

Ahora, vamos a profundizar un poco más en la estructura de las palabras. En la lingüística, la estructura de las palabras se estudia desde una disciplina llamada morfología. La morfología se encarga de analizar cómo se forman las palabras a través de los morfemas.

Los morfemas pueden ser de dos tipos: lexemas y morfemas gramaticales. Los lexemas son la parte de la palabra que contiene el significado básico. Por otro lado, los morfemas gramaticales son los que aportan información adicional sobre el lexema.

Por ejemplo, en la palabra ‘gatos’, ‘gat-‘ es el lexema que aporta el significado básico de ‘animal felino’, y ‘-os’ es un morfema gramatical que indica que estamos hablando de más de un gato.

Además, los morfemas pueden clasificarse en morfemas libres y morfemas ligados. Los morfemas libres son aquellos que pueden aparecer solos, mientras que los morfemas ligados siempre deben aparecer junto a otro morfema.

Por ejemplo, en la palabra ‘desilusionado’, ‘ilusionado’ es un morfema libre que puede aparecer solo, y ‘des-‘ es un morfema ligado que siempre debe aparecer junto a otro morfema para tener sentido.

En la formación de palabras, también se utilizan procesos como la derivación y la composición. La derivación consiste en añadir morfemas derivativos a un lexema para formar una nueva palabra. Por ejemplo, a partir del lexema ‘ilusión’, podemos formar la palabra ‘ilusionado’ añadiendo el morfema derivativo ‘-ado’.

La composición, por otro lado, consiste en unir dos o más lexemas para formar una nueva palabra. Por ejemplo, la palabra ‘lavaplatos’ está formada por la unión de los lexemas ‘lava’ y ‘platos’.

Además, existen otros procesos de formación de palabras como la parasíntesis, la siglas, los acrónimos, entre otros, que también contribuyen a la riqueza y diversidad de nuestro vocabulario.

Conocer la estructura de las palabras y cómo se forman nos ayuda a entender mejor el idioma y a enriquecer nuestro vocabulario. Esperamos que esta información te sea de utilidad y te anime a seguir explorando el fascinante mundo de las palabras.