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La gramática transformacional

Publicado por Pablo

gramgenerativa.jpg La gramática es el modelo de estudio más utilizado y fértil para abordar cualquier aproximación intelectual a las manifestaciones y normas del lenguaje. A través de la gramática establecemos reglas generales para el correcto uso del lenguaje (tarea de la llamada gramática normativa), o simplemente describimos cómo los hablantes de una determinada comunidad lingüística utilizan su lenguaje (tarea de la llamada gramática descriptiva).

Tradicionalmente, la gramática se ha contentado simplemente con esto. Estableció normas, clasificó todos los tipos de palabras de una lengua hasta agruparlas en unas pocas agrupaciones; luego estableció las relaciones entre unas y otras y así pudo constatar las grandes diferencias que existen entre las lenguas.

Sin embargo, todo este paradigma varió cuando un grupo de lingüistas, a mediados del siglo XX, comenzó a abordar el estudio de la gramática bajo un nuevo paradigma epistemológico. El principal de estos nuevos estudiosos fue Noam Chomsky, quien avanzó una idea revolucionaria: según Chomsky, las lenguas no eran tan diferentes. A pesar de que superficialmente, hay lenguas que parecen no tener nada que ver con otras (pensemos en el idioma español, el alemán y el chino), él estableció que, en realidad, todas ellas compartían una estructura básica que era fundamentalmente idéntica. Llamó a esto gramática profunda, y la separó de lo que llamó gramática superficial. Según Chomsky, es la parte superficial de las lenguas lo que varía, pero su gramática profunda es prácticamente igual.

Todo ello fue la respuesta a la pregunta que se hizo Chomsky: ¿por qué un niño es capaz de aprender cualquier lengua del mundo? Si a un niño japonés lo educaran en Alemania desde pequeño, aprendería alemán con la misma facilidad que cualquier otro, y viceversa. Chomsky llegó a la conclusión de que todo ser humano es capaz de aprender cualquier lengua de las habladas en el mundo, incluso las aparentemente más diferentes. Y eso le llevó a cuestionar la principal conclusión de la gramática tradicional, que establecía las diferencias insalvables entre unas lenguas y otras, y a desestimar sus métodos por ser demasiado simples e interpretativos. Todo lo cual lo condujo a plantear un nuevo marco de estudio que terminó llamándose gramática generativa o transformacional.

El principal paradigma de esta nueva gramática es el siguiente: partiendo de un conjunto de elementos finitos (las palabras de una lengua), podemos crear otro conjunto de elementos (las oraciones) infinitos. En efecto, la combinación de palabras es potencialmente infinita, y de hecho, como pronto constataron otros estudiosos, los hablantes empleamos el lenguaje de una forma mucho más parecida a los planteamientos de la gramática generativa que a los de la gramática tradicional. O en otras palabras: dependiendo de la situación y las exigencias, continuamente generamos nuevas frases y expresiones, y no nos limitamos a repetir estructuras y frases ya aprendidas. Es por ello que los lenguajes cambian, evolucionan y se mezclan. Y todos los procesos de cambio, aprendizaje y evolución son el principal campo de estudio de la gramática generativa.