Lengua

Leísmo

Publicado por Pablo

leismo.jpg El leísmo es un elemento característico de ciertas variaciones dialectales del español, particularmente del centro de la Península Ibérica, que consiste en la sustitución de los pronombres personales «lo» o «la» por la forma «le», cuando desempeñan la función de complemento directo en una oración regida por verbos transitivos.

Es decir, que en lugar de

«Fran lo ha encontrado«, decimos

«Fran le ha encontrado«.

Aunque el leísmo se ha considerado tradicionalmente como una forma vulgar, la posición oficial de la Real Academia Española se ha ido suavizando con el paso del tiempo, pasando de una prohibición tajante de todo tipo de leísmo a una postura más abierta y tolerante con determinadas formas. Hoy se desaconseja su uso cuando la referencia es una persona de sexo femenino o un objeto o animal, mientras se permite su uso cuando se hace referencia a una persona de sexo masculino. Así, decir

«Fran le ha encontrado» (a su amigo)

sería correcto (aunque también sería correcto decir «lo ha encontrado»). En cambio, sería incorrecto utilizar la fórmula anterior, con «le», si queremos decir que ha encontrado a «su amiga», a «su perro» o a «su abrigo». En esos casos, según proceda el género en cada caso, es obligatorio usar «lo» o «la», y nunca «le».

El caso de los plurales es similar, si bien la Academia, aunque tolera su uso, lo desaconseja de forma explícita. Así, decir

«Fran les ha encontrado» (a sus amigos)

no es incorrecto, pero sí es claramente desaconsejable, y es preferible utilizar el pronombre «los». Si la referencia es un objeto, un animal o una persona de sexo femenino, el uso de «les» es tan erróneo como lo era el de «le» en singular referido a esos mismo elementos.

En cualquier caso, el uso del pronombre «le» no es siempre erróneo o desaconsejado. Como todo elemento de la lengua, tiene sus usos, y uno de los más comunes es el que se emplea en un registro culto, respetuoso o distinguido, para tratar a una persona con la fórmula de usted. De esta manera, lo que podríamos llamar el «leísmo distinguido» consiste en sustituir en una oración como esta:

«esta mañana lo estuve llamando» (a usted, no a tí ni a él), por esta otra fórmula:

«esta mañana le estuve llamando«.

Al contrario que en los otros casos antes citados, la Academia admite esta fórmula como correcta, y es incluso aconsejable cuando hablamos en esta fórmula de respeto.