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Los adjetivos atributivos

Publicado por Pablo

adjatributivos.jpgLa riqueza interna de los adjetivos ya ha quedado clara en nuestra serie de artículos dedicados a este tema. La última división que hemos tratado en este blog es aquella entre los adjetivos adjuntos y los adjetivos atributivos, división que tiene su fundamento en la relación que se establece entre el adjetivo y el sustantivo al que hace referencia.

Si decíamos que los adjetivos adjuntos son aquellos que van siempre junto al nombre, antes o después que éste (la blanca nieve, el pueblo lejano…), los adjetivos atributivos -que son los que nos ocuparán en este artículo- son aquellos que van ligados al nombre mediante un verbo copulativo (ser, estar o parecer).

Veamos algunos ejemplos para comprender mejor a qué nos referimos:

La noche era oscura cuando por fin llegamos

Pablo estuvo diplomático cuando dio su discurso

El ambiente será familiar si sólo estamos nosotros

La crisis ha hecho que las cosas sean muy baratas

Juan estuvo muy natural al salir al escenario

Los verbos anteriores modifican a los sustantivos de la misma manera que si fueran adjuntos, pero las necesidades comunicativas, pragmáticas o estilísticas del hablante hacen que sea necesario introducir una nueva partícula -en este caso, un verbo copulativo- entre ambas palabras.

Hay que tener en cuenta que no todos los adjetivos pueden relacionarse con sus sustantivos por medio de cualquier verbo copulativo. Algunos han de ir unidos con el verbo ser, y otros con el verbo estar, y en esto no hay regla gramatical más que el uso conocido del idioma. Por ejemplo: puede decirse que “una mujer es pueblerina”, pero no que “una mujer está pueblerina”; que “un problema es social”, pero no que “está social”; que “una persona es religiosa”, pero no que “está religiosa”. Los gentilicios y los adjetivos que hacen referencia a posiciones ideológicas o religiosas entran en esta categoría (“soy español”, pero no “estoy español”; “eres anarquista”, y no “estás anarquista”).

Son menos, aunque también existen, los adjetivos atributivos que sólo pueden unirse al verbo estar. Normalmente cumplen una función de complemento predicativo, como en “está claro que tengo razón”, “estaría feo que no lo invitaseis” (y no “es claro que…” o “es feo que…”).

Lo más común, sin embargo, cuando hablamos de adjetivos que hacen referencia a propiedades o rasgos (la mayoría, en realidad) es que puedan usarse tanto con ser como con estar, dependiendo de si hacen referencia a rasgos permanentes o a estados transitorios. Así, podemos decir que “María es inteligente” si queremos decir que la inteligencia es un rasgo de María, pero también que “María estuvo inteligente” si hacemos referencia a una actuación particular de María.