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Los grados del adjetivo

Publicado por Aroa Plaza

nube de adjetivos calificativos

En el artículo de hoy de nuestra sección de lengua de La Guía 2000, nos centramos en el estudio del grado, esto es, la intensidad con la que dotamos al significado de una palabra. Fundamentalmente, aunque no de forma única, es el adjetivo la palabra en la que esta capacidad tiene mayor relevancia. Veamos:

Los adjetivos poseen una característica que le es propia y fundamental, hablamos de la gradación, esto es, de la capacidad que posee el adjetivo para manifestarse en distintos grados. Estos grados que mencionamos son tres: el grado positivo, el grado comparativo y el grado superlativo.

El grado positivo del adjetivo se emplea para manifestar la cualidad o cantidad expresada por un nombre sin modificación alguna. Por ejemplo: bonito, pobre, simpático, oscuro, etc.

El grado comparativo del adjetivo manifiesta una cualidad en comparación consigo misma o con otros sustantivos que la ostentan. Estos adjetivos pueden ser de tres clases:

a) De igualdad: El primer y el segundo término de la comparación comparten el mismo grado de cantidad o cualidad.

b) De superioridad: El primer término de la comparación posee un mayor grado en la cualidad o cantidad que el segundo.

c) De inferioridad: El primer término de la comparación posee un menor grado en la cualidad o la cantidad que el segundo.

En el grado superlativo del adjetivo la cualidad o cantidad expresada se manifiesta en su grado más alto. Estos pueden ser:

a) Relativos: El primer término se relaciona con otros objetos o seres de su misma clase.

b) Absolutos: No existe ninguna relación con ningún otro término.

Normalmente, se habla del grado positivo como la forma principal del adjetivo; mientras que el resto de grados se obtienen mediante la adición de morfemas u otros elementos específicos. Pero, existe también la teoría, defendida entre otros por César Hernández Alonso, de que la cuestión de los grados del adjetivo no es en absoluto una cuestión morfológica sino semántica. Este autor mantiene que no existe la gradación perfecta, ya que el grado comparativo es un contraste entre los dos términos que aparecen en la comparación y el grado superlativo se encarga de cuantificar el significado del adjetivo.

Así, con el uso del adjetivo un hablante puede establecer una gradación del contenido semántico que desea expresar o relacionarlo con otros contenidos semánticos manifestados por otras palabras.

Como hemos apuntado, el grado positivo es la forma no marcada del adjetivo y en consecuencia este no precisa de morfemas u otros elementos como sí ocurre con el resto de los grados. El grado positivo del adjetivo, por tanto, no establece ningún tipo de comparación ni busca intensificar el contenido semántico de la palabra. Se trata de la expresión pura del significado y está compuesto por la raíz o lexema y sus formantes: azul, valiente, estrecho, tonto, etc.

Como es de suponer, el estudio de los grados comparativo y superlativo resulta más complicado y su exposición más extensa. Por ello, aprovecharemos siguientes artículos para desarrollar de forma detallada cómo es su formación y su uso. ¡No dejes de leerlo!