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Paradigma y sintagma

Publicado por Lourdes

paraEn algunos artículos que publicamos con anterioridad como El signo lingüístico o Signo y señal, comentamos que el signo no puede existir de manera aislada, sino que necesita un código con el que estar relacionado para poder hacerlo. De esta forma los signos se combinan entre sí para componer un mensaje. Sin embargo, la combinación que necesitamos hacer con ellos no se realiza de manera arbitraria, sino que para que un mensaje sea entendido es necesario cumplir “a pies juntillas” las reglas que establece cada código. Si nos saltamos estas reglas podremos crear un mensaje pero seguramente éste no será muy claro y dará problemas al acto comunicativo.

Por ejemplo, si emitimos un mensaje de la siguiente manera: “Las perro ser mecánico frutas”, podemos hacer el siguiente análisis.

– Por un lado, sí es cierto que los signos utilizados en este mensaje pertenecen a la lengua española, sin embargo, no se puede admitir como algo válido o entendible ya que las reglas que combinan cada uno de los signos lingüísticos no han sido seguidas y por lo tanto el mensaje presenta muchos fallos.

Por lo tanto, todo signo pertenece a un categoría gramatical concreta, a un PARADIGMA (relación paradigmática) y pueden ser combinados de una forma determinada formando SINTAGMAS (relación sintagmática); a estos conjuntos de relaciones los llamaremos FUNCIONES GRAMATICALES, las cuales hacen referencia al grupo que engloba las reglas de una lengua.

Por ejemplo, hagamos un análisis de la oración “La muñeca es rubia”.

Los signos que la componen (La – muñeca – es – rubia) podrían ser combinados de innumerables maneras creando mensajes correctos e inteligibles siempre y cuando hagamos la conmutación de los elementos de una misma categoría gramatical o de un mismo paradigma. De esta manera en lugar de “muñeca” podríamos decir “libreta” y en lugar de “rubia” “pequeña”:

“La libreta es pequeña”

Es decir, de esta manera sólo hemos tenido que buscar una palabra del mismo paradigma de las originales “muñeca” (sustantivo) y “rubia” (adjetivo).

Así, y siguiendo el mismo procedimiento, las combinaciones podrían ser infinitas: La cámara es profesional, La manzana es ácida, La piel es suave…

Este mecanismo de sustitución es denominado “relación paradigmática”.

Por otro lado, nos encontramos con otro posible procedimiento de relación entre los signos. Se trata de la “relación sintagmática”. En el ejemplo anterior de “La muñeca es rubia” podemos apreciar las relaciones sintagmáticas establecidas entre los signos que componen el mensaje si modificamos, por ejemplo, el número de uno de los signos, es decir, que cambiamos el artículo determinado “La” que está en singular, por “Las” que estaría en plural. Al realizar este cambio, inmediatamente algunos o todos los miembros o signos de la oración se ven obligados a ser modificados en función de las reglas de la lengua para poder ser gramaticalmente correcta y concebir un mensaje inteligible. De esta manera ocurriría lo siguiente:

“Muñeca” cambiará a “muñecas”, “es” cambiará a “son” y “rubia” a “rubias” llegando al resultado siguiente:

“Las muñecas son rubias”

Este proceso de cambio necesario que se ha llevado a cabo es lo que se llama “relación sintagmática”.