F. Scott Fitzgerald
Nuestro artículo de hoy lo dedicaremos al escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald, considerado el escritor más importante de los años 20, la denominada “era del jazz”.
El escritor Francis Scott Key Fitzgerald nació el 24 de septiembre de 1896 en Saint Paul, Minnesota. En 1917 abandonaría sus estudios universitarios en la Universidad de Princeton para alistarse en el ejército y combatir en la Primera Guerra Mundial, aunque tuvo suerte, y el conflicto acabó antes de que Fitzgerald viajara hacia Europa.
Durante su breve etapa en el ejército, escribió la novela “The Romantic Egotist”, pero varias editoriales rechazaron su publicación. Un tiempo después, en 1919, tras una breve relación con Zelda Sayre, decidió hacer unos retoques a su novela. Tras unos retoques y cambiarle el título a “This Side of Paradise” (A este lado del paraíso), fue aceptada y publicada por una editorial en 1920, obteniendo una gran éxito, llegando a convertirse en uno de los libros más vendidos del momento. Tras el éxito obtenido, Scott Fitzgerald comenzó a escribir para importantes y prestigiosos medios como “The Saturday Evening Post”, e incluso recuperó su relación con Zelda Sayre, con la que contrajo matrimonio y tuvo una hija.
En 1922 publicaría su siguiente novela, “The Beautiful and Damned”. Pero su obra más importante, y considerada por muchos, como su gran obra maestra, “El gran Gastby”, la publicaría unos años después, en 1925. En esta novela, ambientada en la época de la ley seca estadounidense, cuenta la historia de cómo un hombre humilde, de clase baja, consigue triunfar y alcanzar el éxito mediante cualquier medio.
“El gran Gastby”, la escribiría durante su etapa en Francia, donde se mudaría junto a su esposa. A finales de los años 20, Scott Fitzgerald, comenzaría a deprimirse y a caer en el alcoholismo, como consecuencia de los problemas de salud de su esposa Zelda, a la que diagnosticaron esquizofrenia y demencia, llegando incluso a internarla en un centro psiquiátrico, en el que fallecería tras un incendio tiempo después.
Decidió instalarse de nuevo en Estados Unidos, tras internar a su esposa, compró una propiedad cercana a ella, para poder seguir escribiendo. En 1934 publicaría su siguiente obra, “Tender Is the Night” (Suave es la noche), una novela también considerada como una du sus mejores obras.
Durante esta etapa de su vida, comenzaría a trabajar para el mundo del cine, escribiendo historias y guiones para Hollywood. Tambien comenzaría a escribir su última novela, “The Love of the Last Tycoon”, que no pudo finalizar, que sería publicada tras su muerte, el 21 de diciembre de 1940 tras sufrir varios ataques cardiacos, después de una larga etapa consumido por el alcoholismo. Esta novela fue llevada al cine en 1941 bajo el título de “El último magnate”.
Otras obras a destacar de Scott Fitzgerald son, “El palacio de hielo”, de 1920, “El curioso caso de Benjamin Button”, publicada en 1921, y llevada al cine en el año 2008 por el director David Fincher y protagonizada por Brad Pitt; “Cuentos de la edad del jazz”, de 1922, o “Regreso a Babilonia”, de 1931, entre otras.
Además de su carrera literaria, Fitzgerald también tuvo una vida personal muy tumultuosa. Su relación con su esposa Zelda fue muy complicada, marcada por el alcoholismo de ambos y la inestabilidad mental de Zelda. Esta relación tumultuosa se refleja en muchas de sus obras, especialmente en «Tender Is the Night», que se basa en gran medida en sus experiencias personales.
Fitzgerald también fue conocido por su estilo de vida extravagante y derrochador, que a menudo reflejaba en sus personajes. A pesar de su éxito literario, Fitzgerald murió creyendo que era un fracaso, ya que sus obras no fueron apreciadas en su totalidad hasta después de su muerte.
Fitzgerald es recordado hoy como uno de los más grandes escritores estadounidenses del siglo XX. Su habilidad para capturar la esencia de una época y su agudo ojo para el detalle han hecho que sus obras sean atemporales y sigan siendo relevantes hoy en día. Su influencia en la literatura estadounidense es incalculable, y su legado sigue vivo en las obras de muchos escritores contemporáneos.
