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Gustavo Adolfo Bécquer

Publicado por Pablo

BecquerGustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en el año 1836. Muy pronto se quedó huérfano de sus dos padres, y hubo de ser recogido por una de sus tías. Aunque hablemos de un triste episodio, no todo fueron penas para la vida del genial poeta, porque gracias a esa adopción, su tía le permitió acceder a los principales autores románticos de su época.

Desde que era muy joven, supo Bécquer que su vocación era escribir. Por ello se trasladó, con tan sólo 18 años, a Madrid, que era el centro artístico y cultural del país por aquellos tiempos. Sus primeros años allí fueron ciertamente complicados, pues su obra no encontró la aceptación que él había soñado.

Se enamoró de una joven, a cuyo honor empezó a escribir unas rimas, pero la relación duró poco porque ella no le correspondía. Poco a poco, comenzó a colaborar con algunos periódicos, y poco después es casó, para sorpresa de sus amigos, y tuvo dos hijos.

En esos años, a principios de la década de 1860, publicó numerosas leyendas, narraciones y artículos. Su prestigio parecía bastante consolidado y, su vida, mucho más estable. Más aún, todo lo dicho, cuando fue nombrado encargado de lacensura de novelas en materia religiosa y moral, un cargo que le proporcionó importantes ganancias.

Su vida dio un vuelco con la revolución liberal de Septiembre de 1868, que provocó el destronamiento de la reina Isabel II y un saqueo en el palacio en el que despareció el manuscrito de las rimas que Bécquer había entregado al ministro. Además, el poeta se vio obligado a exiliarse, pero regresó al cabo de poco tiempo. Entonces se dedicó a recomponer de memoria su libro de primas, versión que ha llegado a nuestros días. Bécquer, después de eso, cayó enfermo y murió en Diciembre de 1870, con tan sólo 34 años.

Pocos meses después de su muerte, sus amigos se encargaron de recoger y publicar todas sus obras, bajo el título de Rimas y leyendas. En sus rimas hay un únimo tema, por cierto: el amor. El amor es presentado por Bécquer en todos los momentos del proceso, desde su inicio pasional hasta su triste fracaso. Para el poeta, el amor es lo más grande que existe, una fuerza que le sobrepasa, y aunque las palabras no son suficientes, son su única herramienta para poder expresarlo con mínima decencia.

Sus rimas transmiten una aparente sencillez que sugiere las cosas sin llegar a decirlas. Las imágenes que emplea más frecuentemente son la luz y el movimiento. Sus leyendas, por el contrario, se desenvuelven en entornos naturales y remotos, y en ellas hacen presencia lo sobrenatural y lo maravilloso.