Lengua
Inicio Literatura Las vanguardias literarias

Las vanguardias literarias

Publicado por Aroa Plaza

A principios del siglo XX surge en toda Europa un espíritu renovador y combativo que se manifiesta en el deseo de dejar atrás viejas formas de expresión reflejo de un estilo de vida decimonónico ya desfasado. Este anhelo desembocará en la aparición de una serie de movimientos estéticos que se engloban bajo el nombre de “ismos” de vanguardia. Surgen, de esta forma, una multitud de nuevas corrientes que se desarrollarán en todos y cada uno de los campos artísticos existentes (pintura, escultura, arquitectura, literatura, etc.), siendo algunas de ellas específicas de un solo tipo de manifestación artística (por ejemplo, el faubismo es exclusivo de la pintura), aunque en general todas las corrientes participaran en todas las artes.

Centrándonos en la producción literaria, podemos citar como principales movimientos europeos de vanguardia los siguientes: el futurismo, el dadaísmo, el surrealismo, el cubismo, el creacionismo, el expresionismo y el ultraísmo.

vanguardias

A continuación vamos a ver qué características presentan cada uno de ellos de forma individualizada:

El futurismo es iniciado en 1909 por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, quien decidió romper con el clasicismo italiano. Crea una estética que mira hacia el futuro y convierte en aspectos esenciales de su producción los avances tecnológicos, las máquinas, las multitudes urbanas, la velocidad como fuente de belleza, la violencia, el dinamismo. En este afán de movimiento, de velocidad, la sintaxis y la puntuación son destruidas y el uso de “las palabras en libertad” se convierte en una constante.

El dadaísmo surge en 1916 fruto del desaliento producido por los efectos de la Primera Guerra Mundial y del nihilismo imperante. Su máximo exponente es Tristán Tzara, poeta rumano que provenía del futurismo, y se manifiesta como un movimiento anárquico, confuso, ferozmente burlón, opuesto a la convenciones y fuera de toda lógica. En la escritura aboga por la utilización de un lenguaje incoherente. Principalmente, su valor reside en ser el antecedente inmediato del surrealismo.

El surrealismo es el movimiento de vanguardia de mayor relevancia. Situamos sus inicios hacia 1924 con la publicación del primer manifiesto surrealista por parte de André Bretón. En este manifiesto el surrealismo se define como:

automatismo

El cubismo es principalmente un movimiento pictórico que nace en Francia, pero que también deja su rastro en la literatura. Como características fundamentales podemos señalar el gusto por lo intelectual, la búsqueda de imágenes visuales (por ejemplo en los caligramas), la ausencia de una perspectiva central única y la existencia de varios puntos de vista que permitan presentar una visión más completa de la realidad. Guillaume Apollinaire y Max Jacob son dos escritores íntimamente ligados al cubismo.

El creacionismo es un movimiento iniciado alrededor de 1916 por el poeta chileno Vicente Huidobro, que pretende que el poeta sea un creador absoluto y no un imitador de la realidad. Su principal logro es el de liberar a la poesía de los años veinte del modernismo simbolista.

El expresionismo se extendió por Europa entre los años 1910 y 1925. Los expresionistas rechazan el arte como representación de realidades externas y buscan en su interior. Sus obras están impregnadas por el pesimismo, el inconformismo y la desesperanza, y como temas recurrentes encontramos el miedo, el amor, la locura y la guerra, entre otros. Alemania es fundamental para el expresionismo y en especial el escritor Bertolt Brecht.

El ultraísmo es la visión española de las vanguardias literarias que toma su nombre de la revista literaria Ultra. Cansinos- Asséns es el primero en sacar a la Luz un manifiesto ultraísta y destacan, además, nombres como el de Jorge Luis Borges, Gerardo Diego o Guillermo de la Torre. En el ultraísmo se defiende la metáfora, se suprimen nexos, se prescinde de la puntuación, se busca la creación de imágenes visuales y asociaciones ilógicas.