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Tremendismo (II)

Publicado por Lourdes

rebullEn el artículo anterior nos centramos en explicar lo que fue la primera etapa del movimiento literario denominado «Tremendismo», es decir, el resurgimiento de la novela española a partir de los años cuarenta (1940). Pues bien, si te lo perdiste no te preocupes, pues tienes la oportunidad de poder acceder a él pinchando en el enlace directo que te proporcionamos a continuación:

Tremendismo

Pues bien, en el artículo de hoy continuaremos con la explicación de este movimiento literario español, centrándonos, sobretodo, en su segunda etapa y todos los autores que pertenecieron a ella. No pierdas un detalle.

Como ya dijimos en el artículo anterior, el tremendismo literario español se compuso de dos etapas artísticas: la primera de un carácter evasivo y la segunda, de una tradición realista.

Esta última fase, se caracterizó sobretodo, por continuar con la tradición de la gran cultura que había iniciado en su momento el célebre autor Pío Baroja. Los autores que pueden considerarse discípulos o continuadores de éste fueron: Ignacio Agustí y Juan Antonio Zunzunegui.

El autor catalán Ignacio Agustí destacó sobretodo por su pentalogía titulada «La ceniz fue árbol» en la que se cuenta la historia de Cataluña a través de una familia catalana. Las obras más destacables de este novelario fueron claramente «Mariona Rebull», del año 1944 y «El viudo Ríus», publicada en el año 1945.

Por su parte, el autor bilbaíno Juan Antonio de Zunzunegui, nació en el año 1901 en Portugalete y murió en Madrid en el 1982. Dentro de sus obras literarias caben destacar: «La quiebra», del año 1947 y «La úlcera», del 1949, en las que hace una dura y acertada crítica de la sociedad burguesa. En ellas se pueden apreciar claramente las pinceladas de influencia barojiana y galdosiana.

Otras obras de gran importancia de Zunzunegui son también «La vida como es», del año 1954 y «El mundo sigue», del 1960. El rico léxico se mezcla con un humor ácido y pesimista en ambas y reflejan una sociedad falsa e hipócrita pasando por todos y cada uno de los estratos sociales.

Como cualquier novela realista, es inexorable que trate sobre temas de preocupación social, pero, sin embargo, en la época del tremendisma también se crearon novelas realistas mucho más exageradas de lo que era la vida real con dibujos de personajes y escenarios marginados, desarraigados, miserables y degradados en un contexto de amargura existencial y tratando en exclusividad los aspectos más repulsivos, desgradables y violentos de la sociedad. A este movimiento, y por razones más que obvias se le denominará «tremendismo».

Camilo José Cela será el primero en utilizar este concepto con su obra «La familia de Pascual Duarte».

Otra continuadora de este movimiento será Carmen Laforet que con su obra «Nada», del 1944, ganó el premio Nadal.

Por último, cabe destacar la obra de Miguel Delibes «La sombra del ciprés es alargada» que ganó el premio Nadal de 1947, en la que se habla de un mundo que se siente oprimido por la infelicidad y la angustia.