Dequeísmo
El dequeísmo es un fenómeno propio de algunos usos del idioma español que consiste en la utilización incorrecta o no normativa de las palabras «de» y «que» en forma consecutiva. Normalmente aparece en oraciones completivas o sustantivas de complemento directo, y se manifiesta en el añadido de la preposición «de» antes de «que» en situaciones en las que dicha adición es innecesaria y contraria a las normas gramaticales de la lengua.
El uso normativo en ese tipo de casos nos dice que las siguientes oraciones son correctas:
«Pienso que las elecciones han sido un escándalo».
«En aquella época creían que la Tierra era cuadrada».
«Nos dijeron que llegarían sobre las cuatro».
En cambio, en ciertas variaciones del español, no únicamente dialectales o regionales sino también sociales, se añade la preposición «de» justo antes del «que», dando como resultado oraciones de este tipo:
«Pienso de que las elecciones han sido un escándalo».
«En aquella época creían de que la Tierra era cuadrada».
«Nos dijeron de que llegarían sobre las cuatro».
La existencia del dequeísmo fue analizado por Emilio Alarcos Llorach como el resultado del cruce de dos estructuras sintácticas distintas, que son las del complemento directo y la del suplemento -o complemento de régimen-. Así, la expresión «Pienso de que no está bien» se explica mediante la imaginación del complemento directo de dicha oración («Pienso de eso que no está bien»), del que se extrae el pronombre pero no la preposición.
Existe también el fenómeno contrario, que consisten en la supresión de la preposición (como cuando decimos «le informo que…» en lugar de decir «le informo de que…»).
¿Cómo saber si hay que utilizar la preposición o no?
Existen varias técnicas para averiguar si el uso la preposición «de» es normativo o no lo es:
– La más común es sustituir la oración subordinada (la que empieza en el «que») por un pronombre o por un sintagma como «este suceso» o «este hecho». Así, si decimos «le advierto de que el plazo de pago está próximo a expirar», podemos saber si usamos bien el «de» imaginando la frase «le advierto de este hecho» o simplemente «le advierto de esto». En este caso, el uso de la preposición es correcto, pues la frase resultante resulta gramaticalmente correcta.
– Otra forma es construir el enunciado problemático en modo interrogativo. Retomando uno de los ejemplos iniciales, «pienso de que las elecciones han sido un escándalo», ¿cómo podemos saber si el uso del «de» es correcto? Simplemente, haciendo la pregunta que responderíamos con esta oración, es decir: ¿qué pienso sobre las elecciones?. Así nos daremos cuenta de que el «de» sobra, pues la pregunta correcta es ésa que acabamos de hacer, y no «¿de qué pienso sobre las elecciones?».