Evaluación del lenguaje (II)
En el post de ayer te explicamos cómo se puede averiguar si un niño padece trastornos del lenguaje. si no pudiste leerlo puedes acceder a él presionando el link que te proporcionamos a continuación.
Pues bien, en el artículo de hoy vamos a centrarnos en detallar cuáles son los aspectos que deben formar el contenido de una evaluación del trastorno del lenguaje de un niño. Éstos son los parámetros que tendremos que tener en cuenta:
– HISTORIA CLÍNICA DEL NIÑO:
Se refiere a toda aquella información que tenga relación con el nacimiento, en primera instancia, y con el desarrollo, en segunda, del niño. Del mismo modo, los médicos especialistas deberán hacer un examen de los órganos y partes que se utilizan en el acto comunicativo como son la lengua, los labios, los dientes, el paladar y cualquier otra estructura que pueda interferir en el acto del habla. Si tras el examen, resulta que el niño sí que tiene un problema de índole orgánica, habrá que prescribir una intervención de los médicos.
– PRUEBAS DE ARTICULACIÓN:
Este tipo de prueba sirve para examinar el grado de error que los niños comenten en el momento de articular los sonidos y las palabras. Lo que se hace es registrar los sonidos que los niños pronuncian de manera defectuosa y la frecuencia con la que lo hacen.
– PRUEBAS DE AUDICIÓN Y DE DISCRIMINACIÓN AUDITIVA:
Estas dos pruebas se realizan de manera independiente. Sirven para averiguar si los trastornos que los niños presentan vienen determinados por que tengan algún problema auditivo o por que no sean capaces de diferenciar las características específicas de un sonido concreto.
– PRUEBAS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE:
Esta prueba tiene como objetivo medir la riqueza de léxico que el niño posee en ese momento.
– MUESTRAS DEL LENGUAJE:
Este es un aspecto muy importante, ya que consiste en adquirir unas muestras adecuadas del habla y del lenguaje expresivo de los niños.
Para ello, los especialistas encargados de examinarlos toman en consideración los siguientes factores: la calidad de su voz, la fluidez de su discurso, la inteligibilidad, la utilización del léxico y la gramática, a través de una serie de conversaciones de carácter informal o mediante tareas organizadas para obtener muestras concretas del lenguaje y del habla del niño. Todas estas orientadas a que el niño lea frases, las repita y construya frases con diferentes combinaciones.
Del mismo modo, el especialista tendrá también otra misión fuera de las salas de evaluación y será la de recoger las mismas muestras nombradas anteriormente pero en diferentes contextos y con diferentes personas (entorno familiar, entorno escolar, entorno social, etc.)
Para que este proceso de evaluación culmine totalmente siempre habrá que trabajar simultáneamente con la toda la información posible que se pueda adquirir tanto de su familia, los test (estandarizados o no) y la observación estructurada en el centro escolar donde estudia el niño.