El texto expositivo
El texto expositivo es el discurso que atina a transmitir información, con un público objetivo masivo o especializado, mediante una lectura objetiva de los datos y con las necesarias explicaciones donde corresponda.
Son textos expositivos (o explicativos como también se les llama) manuales, enciclopedias, revistas de carácter científico, artículos divulgativos, reglas de juego, etc.
En estos textos, reconoceremos ciertos elementos que casi siempre estarán presentes: hay un concepto central e información complementaria, generando una estructura ordenada (presentación, desarrollo y conclusión); hay una finalidad, generalmente de dar a conocer algo e instruir; el emisor puede ser individual o colectivo; el receptor debe ser capaz de comprender el texto ya sea porque el mismo apunta a un sector determinado o porque posee las aclaraciones requeridas; debe prevalecer el carácter objetivo; no debe haber ambigüedad, siendo imprescindible la claridad de conceptos; habitualmente, el tiempo elegido es el presente.
Como ya se dijo, el texto expositivo debe ser entendible. Para esto, existen muchos recursos lingüísticos que el emisor debe usar a conciencia:
– La descripción en detalle es un pilar del texto expositivo. Este tipo de discurso se basa en la pormenorización de las nociones que queremos transmitir.
– Las definiciones, al ser meramente informativas y objetivas, cumplen todos los requisitos de este tipo de texto, por lo que son muy utilizadas en este discurso.
– A través de comparaciones con otros conceptos, con los cuales el receptor quizás esté más familiarizado, se logra mejorar la interpretación y comprensión del texto.
– Los ejemplos, aunque algunos a veces los ignoren cuando hacen una lectura, son muy útiles para explicar conceptos. Con ejemplos materializamos y especificamos lo que estamos tratando de explicar.