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Cómo redactar una carta de recomendación

Publicado por Pablo

carta-recomendacion.jpgA la hora de decidirse por contratar a una persona entre varios candidatos, una carta de recomendación, ya provenga de forma adjunta al currículum o por otros medios, puede decantar finalmente la balanza.

La carta de recomendación, en sí, es un género tremendamente particular, pues más que su propio contenido, el verdadero valor se lo da el firmante, o el «recomendador». No es arriesgado decir que el contenido literario de una carta de recomendación tiene muy difícil decantar la balanza si la persona que recomienda no es conocida o no aporta valor. Sin embargo, y esto no es menos importante, una carta de este tipo que esté mal redactada, o que no focalice con eficacia los méritos del recomendado, sí puede echar por tierra el valor aportada por la persona que recomienda.

Dadas estas circunstancias, es frecuente que este tipo de cartas compartan una estructura muy parecida. Lo normal es empezar con una introducción en la que el recomendador se presenta, evidenciando su puesto de trabajo y responsabilidades, y hace referencia al objetivo principal de su comunicación, esto es, la recomendación de otra persona, cuyo nombre se cita.

Acto seguido, es recomendable explicar de forma sucinta cómo se conoció a la persona, en qué circunstancias y en qué contexto, para posteriormente pasar a la parte más importante: explicar por qué esa persona es merecedora de una recomendación. Aquí, sin ser usar un estilo demasiado exagerado o adulador, es cuando debemos recalcar los méritos profesionales que esa persona ha realizado y de los que hemos sido testigos, explicar en qué marco se llevaron a cabo -qué proyecto profesional, qué empresa, en qué consistía el trabajo, etc.- y qué consecuencias positivas tuvieron. En poco espacio hemos de convencer a otra persona de que contratar a nuestro recomendado es una buena idea.

Posteriormente, también es buena idea incluir algunas buenas referencias sobre nuestro recomendado a nivel personal. Decir que es una persona responsable y comprometida, que cuida los detalles y aporta un enorme entusiasmo puede conseguir que dejemos una buena sensación sobre él.

Como fórmula para terminar la comunicación puede ser útil incluir alguna referencia sobre nosotros mismos, incluyendo formas alternativas de contacto por si la persona interesada quiere obtener de nosotros alguna información adicional.

Es importante recalcar que, si bien el objetivo de la carta es convencer a otra persona, no debemos exagerar ni hacer que la persona recomendada parezca más de lo que es. Al fin y al cabo, también quien recomienda puede quedar en una situación comprometida si su recomendado no es tan bueno como lo pintó.