La cultura grecolatina en la Edad Media
Durante la Edad Media la educación cobra mayor importancia y para establecer un sistema educativo los hombres del Medievo vuelven su mirada hacia la cultura grecolatina. En la antigua Grecia, Hipias fue quien engendró la enseñanza basada en las artes liberales, Platón intentó desterrar de la educación la poesía concediendo a la filosofía un lugar preeminente, idea que no obtuvo un gran apoyo; e Isócrates fundió la paideia general con la filosofía, visión de la educación que triunfó en la época clásica y que Séneca ratifica en su Epístola LXXXVIII al considerar las artes liberales propedéuticas de la disciplina de la filosofía.
La palabra “liberales” ha sido entendida de diferentes modos: algunos piensan que su significado es el de “sin ánimo de lucro”, mientras que otros interpretan que provienen de la palabra “liber”, que significa libro. En el momento de declive de la de la Antigüedad, siete eran las artes liberales existentes y en ellas se encerraba todo el conocimiento del momento. Estas se clasificaron de la siguiente manera:
1. Artes pertenecientes al Trivium: aquellas que estaban relacionadas con la elocuencia, es decir, la Gramática, la Retórica y la Dialéctica.
2. Artes pertenecientes al Quadrivium: aquellas relacionadas con las matemáticas, esto es, la Aritmética, la Geometría, la Música y la Astronomía.
Entre los años 410 y 439, Marciano Capela escribió Las Bodas de la Filología y Mercurio, obra de carácter novelesco que combina la prosa y el verso y en la que se habla de las artes liberales y sus reglas. En el libro, la novia, la Filología, obtiene como regalo las siete artes liberales que está representadas por figuras femeninas que poseen distintas cualidades. Estas ideas encontraron su pervivencia en el Cristianismo.
Filón es el representante del judaísmo alejandrino, doctrina que seguía los preceptos de la filosofía y la ciencia de Grecia, trasmutando a los sabios clásicos en discípulos de Moisés. En el siglo II, los apologetas del Cristianismo, encabezados por San Justino, transmitieron esta concepción a los teólogos alejandrinos. Pero no todos estaban de acuerdo en acoger la ciencia helénica y algunos de ellos la rechazaron.
El santo Jerónimo de Estridón, que vivió entre los años 340 y 420, ha sido señalado, entre otros por Erasmo de Rotterdam, como el primer humanista.
En Instituciones, Casiodoro defiende la existencia de las artes liberales ya en las Sagradas Escrituras y su procedencia divina. En aquella época las artes liberales más estudiadas eran las del Trivium y, entre ellas, la Gramática era la más importante. En ella se estudiaba también, desde la época helenística, los comentarios de los poetas, y Quintiliano la dividiría en dos partes.
El Imperio Bizantino se convierte en uno de los núcleos donde la cultura helénica consigue perpetuarse de forma notable entre los años 330 y 1453. A partir del siglo V, en la capital del imperio, Constantinopla, vive un gran número de gramáticos, retóricos, etc., que persiguen conservar la pureza de la lengua griega. En la corte se cultiva un tipo de poesía conocida con el nombre de epigrama, la novela épica, la historia, diferentes tipos de novela griega, novelas litúrgicas etc.
En el próximo artículo proseguiremos con el estudio de este interesante tema.