Palabras compuestas
Llamamos palabras compuestas a aquellas que tienes dos, o incluso más raíces. Una raíces que por sí solas pueden constituir palabras independientes y con un significado distinto. Pero no todas las palabras compuestas con iguales, ni es tan sencillo como sumar raíces. Las hay de diversas clases:
Algunas son palabras compuestas de dos o varias raíces y tanto al escribirlas como al leerlas no hay ningún cambio fónico en la composición, si bien es cierto que el primer componente siempre pierde su acentuación, es decir que es átono. Unos buenos ejemplos pueden ser salvavidas, sacacorchos o bocacalle.
En cambio, hay palabras compuestas que necesitan de algún tipo de cambio gráfico. Como ejemplo: diecisiete, que de alguna forma es la transcripción de diez+y+siete.
Además están las palabras compuestas que para su conversión necesitan de un cambio gráfico y también de un cambio en la acentuación. Ocurre así en palabras como carri-coche o agrí-dulce.
Otra variedad de palabras compuestas son aquellas en las que interviene una forma verbal a la que se la añaden al final uno o dos pronombres personales, que son átonos, por lo que la acentuación y generalmente también la tilde acaba por recaer en alguna sílaba de la forma verbal. Se puede observar por ejemplo en: constrúye-lo, regála-se-la.
En todos los casos anteriores hemos visto palabras compuestas a partir de raíces en español. Es cierto que nuestra lengua es una evolución del latín, y que tiene incorporadas muchas palabras originadas en el griego antiguo. Pero también hay palabras compuestas que son realmente vocablos compuestos por lexemas de en esas dos lenguas muertas fueron palabras autónomas. Y son mucho más comunes de lo que podemos pensar en un principio. La verdad es que muchas veces se trata de palabras con cierto cariz técnico como por ejemplo: claustro-fobia o geo-grafía o mis-ántropo. Y como se puede observar son lexemas que han tenido cambios formales a lo largo de todos sus largos siglos de historia.
Y el último tipo de palabras compuestas del que queremos hablar, son aquellas que utilizan dos o más lexemas, pero que se presenta por escrito mediante un guión. Una muestra sería cuando hablamos de un examen teórico-práctico o de un análisis físico-químico. Se puede ver que en estos casos aunque se genera una sola palabra, ambos lexemas respetan su fonética y hasta su tilde. Y curiosamente si han de concordar dentro de una frase, tan solo lo hace el segundo componente, por ejemplo si nos referimos a una cuestión teórico-práctica.