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Queísmo

Publicado por Pablo

queismo.jpg Queísmo es un fenómeno gramatical de naturaleza anti-normativa, que consiste en la supresión de una preposición (normalmente «de»), en posición anterior a la conjunción «que», cuando el enunciado exige su presencia.

Nótese que la incorrección no reside en la colocación consecutiva de la preposición (de) y la conjunción (que), que es correcta en la mayoría de los casos, ni en la colocación de la conjunción sin la presencia de la preposición, que evidentemente también lo es. El error aparece únicamente en determinados enunciados que, por su forma de construirse gramaticalmente, exigen la presencia tanto de la preposición como de la conjunción.

Además de los ejemplos mencionados, el queísmo también puede aparecer en otros contextos. Por ejemplo, en oraciones subordinadas sustantivas, donde la preposición «de» es necesaria para introducir la subordinada. Así, sería incorrecto decir «Tengo la esperanza que vengas», en lugar de «Tengo la esperanza de que vengas».

Otro caso común de queísmo se da en oraciones subordinadas adjetivas. En este caso, la preposición «de» es necesaria para introducir la subordinada que está funcionando como un adjetivo. Por ejemplo, sería incorrecto decir «Es la persona que confío», en lugar de «Es la persona en la que confío».

Así, sería un error ignorar la preposición en los siguientes casos:

– En verbos pronominales que se construyen con complemento de régimen, como alegrarse, arrepentirse, fijarse, preocuparse, olvidarse, etc. Estos verbos requieren siempre su complemento, y antes de éste, la conjunción «que» precedida de una preposición. Por ejemplo:

* «Me alegro de que hayas aprobado», y no «Me alegro que hayas aprobado»

* «Me arrepentí de que lo dejaras», y no «Me arrepentí que lo dejaras».

* «Me fijé en que no estabas», y no «Me fijé que no estabas»

* «Me preocupé por que te fuiste», y no «Me preocupé que te fuiste»

* «Me olvidé de que me lo dijiste», y no «Me olvidé que me lo dijiste».

Nótese que estos verbos también pueden construirse en forma no pronominal, y en ese caso no se exige la presencia de la preposición («Me alegró que aprobaras», «Me preocupó que te fueras», etc.).

– También los verbos no pronominales que se construyen con complemento de régimen requieren la preposición (convencer, insistir, tratar):

* «Lo convencí de que tenía que ir» y no «Lo convencí que tenía que ir»

* «Insistieron mucho en que fuéramos», y no «Insistieron mucho que fuéramos».

* «Trató de que nos sintiéramos bien», y no «Trató que nos sintiéramos bien».

– Con sustantivos que llevan complementos preposicionales. Por ejemplo:

* «Sólo iré con la condición de que me acompañéis» ( y no «Sólo iré con la condición que me acompañéis».

– En ciertas locuciones como «a pesar de que», «a fin de que» o «a condición de que»

– En las locuciones verbales «caber o haber duda de», «caer en la cuenta de», o «darse cuenta de», la preposición es siempre obligatoria:

* «No cabe duda de que lo va a conseguir», y no «No cabe duda que lo va a conseguir»

– En la construcciones iniciadas con «antes», «después» o «con tal»:

* «Me voy antes de que me pillen», y no «Me voy antes que me pillen»

Es importante tener en cuenta que el queísmo no es aceptado por la norma culta del español, por lo que su uso puede ser considerado incorrecto en contextos formales de escritura y habla. Sin embargo, es un fenómeno bastante común en el habla coloquial de muchas regiones hispanohablantes. A pesar de esto, es recomendable evitar su uso para mantener un nivel de corrección y precisión en el uso del idioma.