Vocabulario: sinónimos

El artículo de hoy tiene como objetivo enriquecer nuestro vocabulario. El ejercicio que tendrás que realizar para conseguirlo consiste en sustituir las palabras en negrita por otras que posean el mismo significado en el texto que aparece a continuación:

“Todos sabíamos que Bernardo mantenía escondido algún secreto. No creíamos que fuera una persona mala pero siempre nos había parecido raro. Habíamos preparado una excursión al campo y él sería el encargado de llevar la comida, cuando se lo dijimos farfulló algo incomprensible a los oídos de los demás. Mientras los demás debatíamos sobre qué comprar, él se mantuvo callado. Era una persona moderada y frenaba con facilidad sus impulsos y por eso, aunque no le apeteciera en absoluto encargarse de hacer la compra, no renunció a llevar a cabo tal tarea. No lográbamos ponernos de acuerdo y el tono de la conversación aumentó, pero en aquel momento Bernardo rompió su silencio y dijo que él estaba dispuesto a ayudar y que se encargaría de todo. Los demás nos callamos y pensamos que, aunque la velada resultara imperfecta, no protestaríamos dada su buena intención. Bernardo nos había sorprendido, no había puesto ningún pretexto para realizar su tarea, sino que además se iba a encargar de todo. De un solo golpe había terminado con los desacuerdos del grupo y había borrado su fama de holgazán. Algo le sucedía a este chico. Las opiniones acerca de este hecho eran dispares y algunos creían que abandonaría tal idea. Llegó el día de la excursión y ya estábamos todos en la cabaña excepto Bernardo, por lo que todos pensamos que nos la había jugado. Media hora después todos tuvimos que tragarnos nuestras palabras, Bernardo llegó y trajo consigo un sinfín de platos cada cual más apetitoso. Lo felicitamos y Bernardo estaba feliz, reía y charlaba amigablemente con los demás. A partir de aquel día nadie volvió a pensar en el secreto de Bernardo y se convirtió en una pieza clave del grupo”.

Solución:

“Todos sabíamos que Bernardo mantenía oculto algún secreto. No creíamos que fuera una persona malvada pero siempre nos había parecido extraño. Habíamos preparado una excursión al campo y él sería el encargado de llevar los alimentos, cuando se lo dijimos murmuróalgo incomprensible a los oídos de los demás. Mientras los demás discutíamos sobre qué comprar, él se mantuvo callado. Era una persona moderada y sujetabacon facilidad sus impulsos y por eso, aunque no le apeteciera en absoluto encargarse de hacer la compra, no renunció a llevar a cabo tal tarea. No lográbamos ponernos de acuerdo y el tono de la conversación se elevó, pero en aquel momento Bernardo rompió su silencio y dijo que él estaba dispuesto a colaborar y que se encargaría de todo. Los demás nos callamos y pensamos que, aunque la velada resultara mediocre, no protestaríamos dada su buena intención. Bernardo nos había sorprendido, no había puesto ninguna excusa para realizar su tarea, sino que además se iba a encargar de todo. De un solo golpe había terminado con los desavenencias del grupo y había borrado su fama de vago. Algo le sucedía a este chico. Las opiniones acerca de este hecho eran diversas y algunos creían que dejaría tal idea. Llegó el día de la excursión y ya estábamos todos en la cabaña excepto Bernardo, por lo que todos pensamos que nos la había jugado. Media hora después todos tuvimos que tragarnos nuestras palabras, Bernardo llegó y trajo consigo un sinfín de platos cada cual más delicioso. Lo felicitamos y Bernardo estaba feliz, reía y charlaba amigablemente con los demás. A partir de aquel día nadie volvió a pensar en el secreto de Bernardo y se convirtió en una pieza clave del grupo”.