Apofonía
Cuando hacemos referencia al concepto llamado apofonía estamos hablando de un fenómeno que afecta los grupos fijos de vocales. En concreto, al conjunto de correspondencias y alternancias que ocurren dentro de una raíz o de un sufijo, y que están a la vez sujetas a un conjunto de normas regulares. Para encontrar un ejemplo deberíamos remitirnos a la lengua inglesa, donde encontramos la palabra man (hombre) y su plural formado mediante el fenómeno de la apofonía: men (hombres). Otros ejemplos también se encuentran en esa misma lengua: por ejemplo, la formación de muchos verbos en pasado, como en sing (cantar) y sang (cantó).
La apofonía es un fenómeno lingüístico bastante habitual en las lenguas de raíz germánica, lo que explica que fuera un alemán, Jakob Grimm, quien prácticamente inventara el concepto. Denominado originalmente ablaut, hacía referencia directa a las frecuentes flexiones y derivaciones de las palabras alemanas, como sprechen (hablar) y sprach (habló), gesprochen (hablado) o sprich (¡habla).
En las lenguas indoeuropeas la alternancia vocálica puede darse de dos formas. La primera forma es conocida como deentonación (y también como alternancia cualitativa): acaece siempre que se altera el timbre vocálico de la raíz, como pasa en las formas griegas δέδορκα y δέρκομαι.
En dichas lenguas, normalmente, las que se alternan son las vocales e/o/ø; razón por la que suele hablarse de grado e, grado o y grado cero. Volviendo al griego, tenemos un ejemplo de lo anterior en γένος (grado e), en γόνος (Grado o) y en γίγνομαι (grado cero)
Otra posibilidad es que la raíz contenga un vocal que venga seguida de una sonante (m, n, l, r, i, u). En este caso, es la sonante la que asumirá la función silábica, ya que, en el grado cero, la vocal desaparece. Así, podemos citar el ejemplo de λείπω para el grado e, el ejemplo de λέλοιπα para el grado y el ejemplo de λιπεῖν para el grado cero.
La segunda forma de alternancia vocálica se llama degradación (y también alternancia cuantitativa): se trata en este caso de una alteración de la cantidad de la vocal. En las degradaciones conocemos el grado pleno, el grado reducido (también llamado grado cero, al igual que en la deentonación) y el grado alargado. Para ilustrarlo con un ejemplo podríamos recurrir al latín, y al tipo de alternancia que acaece entre las palabras vōx y vŏcare.
En español, la apofonía es un fenómeno poco común, si bien podemos rastrear algunos ejemplos en la conjugación verbal, cuando se da alguna diptongación o un cambio del tipo de timbre vocálica en el lexema. Por ejemplo, los cambios de hago, hice y hecho; de sueño y soñamos; de pides y pedís; o de barba y de imberbe.