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Existencialismo y literatura

Publicado por Pablo

existencialismo-literatura.jpgExistencialismo es un término que se aplica al trabajo de un conjunto de filósofos de los siglos XIX y XX que, a pesar de contar con profundas diferencias doctrinales entre ellos, mantuvieron la idea de que el principal objetivo del pensamiento filosófico debía ser el de lidiar con las condiciones de la existencia individual, así como sus emociones, acciones, responsabilidades y pensamientos. En particular, Soren Kierkegaard -quien es hoy considerado como el padre del existencialismo-, estableció que cada individuo es únicamente responsable de darle a su propia vida un significado, y de vivir esa vida de forma pasional y sincera, a pesar de los muchos obstáculos que pueda encontrarse.

No obstante, el propio término «existencialismo» no existió filosóficamente hasta la década de los 40, en el siglo XX, cuando lo acuñó el filósofo francés Gabriel Marcel, y no se popularizó hasta que Jean-Paul Sarte -quien a la postre sería el más conocido de los filósofos existencialistas- lo adoptó y explicó en su obra El existencialismo es un humanismo, obra que se convirtió en el principal canal de popularización de la doctrina. A partir de ahí se aplicó retrospectivamente a ciertos filósofos anteriores, tales como Martin Hedegger, Karl Jaspers, Friedrich Nietzche y el mencionado Soren Kierkegaard.

De la misma manera, en esta búsqueda inicial por establecer una genealogía del existencialismo salieron a relucir las obras literarias de dos autores en particular, el ruso Fiódor Dostoyevski, y el checo Franz Kafka. El primero presenta en Memorias del subsuelo la historia de un hombre incapaz de encajar en la sociedad e infeliz con su propia identidad. En su propia obra magna, Crimen y castigo, Dostoyevski aplica a su protagonista -Raskolnikov- una crisis existencial que lo impulsa a descubrir la Iglesia Ortodoxa. Kafka, por su parte, creó surrealistas y alienados personajes que se movían entre la desesperanza y el más puro absurdo, como los que pueblan sus principales novelas –La Metamorfosis y El proceso-.

El propio Sartre fue autor de una novela, Nausea, que buceó en las ideas del existencialismo y que, de hecho, muchas veces se recomienda como material idóneo para acceder a sus complicados razonamientos filosóficos. En la segunda mitad del siglo XX numerosos autores tomaron ideas o se inspiraron en Sartre y el resto de filósofos existencialistas. Si bien no se puede decir que exista una «literatura existencialista» como tal, y aunque allí donde se encuentran con mayor claridad muchas veces se confunden con los rasgos del posmodernismo, las raíces del existencialismo brotan en muchas novelas contemporáneas, como por ejemplo ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick, o El Club de la Lucha, de Chuck Palahniuk.