Literatura inglesa
El término «literatura inglesa» puede inducir a confusión, ya que con él podemos estar refiriéndonos a dos conceptos diferentes. Por un lado, suele utilizarse para hacer referencia a la literatura escrita en lengua inglesa, sin entrar en el detalle de en qué época o en qué país haya sido escrita. Así, sería parte de esta literatura toda obra escrita en inglés, ya sea en la Edad Media británica, en Irlanda, en los modernos Estados Unidos o en Australia. Por otra parte, también podemos estar haciendo referencia con «literatura inglesa» a aquél conjunto de obras escritas en Inglaterra y/o por autores de esa nacionalidad. En este artículo vamos a hacer un breve repaso por la historia de la literatura escrita en Gran Bretaña, de modo que estaremos más cerca del segundo paradigma que del primero.
La literatura inglesa nace en los inicios de la Edad Media. Entonces se empieza a escribir en las islas británicas utilizando un dialecto anglo-sajón que más adelante pasó a conocerse como «inglés antiguo». «El Himno de Cadmón» es el texto literario más antiguo que se conoce de esta etapa. Es, en cualquier caso, una época de tradición oral más que de textos escritos, si bien algunas de las leyendas e historias épicas que se contaban se han conservado y son hoy bien conocidas, como la de Beowulf.
La conquista normanda y la posterior independencia de las tierras británicas -entonces conocidas como Albión- hizo que el francés adquiriera mucha más importancia, y su uso terminó por influir a aquel «inglés antiguo» y acercarlo mucho más al inglés que hoy en día conocemos. Fue también esta etapa la del amor cortesano y los romances en verso y en prosa. Fue la época del «Rey Arturo», primero, y de los «Cuentos de Canterbury», algo más adelante, dos conjuntos obras capitales en la evolución de la literatura inglesa.
Desde finales del siglo XV, como en otros países, el panorama cambia drásticamente. La imprenta se introduce en Inglaterra, la literatura vernácula florece y la Reforma protestante, junto al humanismo de raíz italiana, influyen el contenido ideológico de la mayoría de las obras. Será el caldo de cultivo del llamado renacimiento inglés, época que fue preludio del gran despertar que supuso la era isabelina.
En efecto, el mayor florecimiento de la literatura -y sobre todo del teatro- inglesa se produce entonces, cuando hacen aparición una serie de autores formidables, como Thomas Wyatt, Christopher Marlowe, Thomas Dekkery y Francis Beaumont; aunque sobre todos ellos destacó la intemporal figura de William Shakespeare.
Este florecimiento, no obstante, no duró mucho, y cuando llegó la época cromwelliana la literatura adoptó un nuevo y vigoroso ardor político. John Locke y Thomas Hobbes son quizá los autores más conocidos entre los filósofos, pero otros como John Milton, mejor conocidos como poetas, también cargaron en sus obras sus opiniones ideológicas.
El fin de esta evolución llegó con la Restauración, que moderó y censuró infinitamente la libertad literaria y terminó por romper y dividir la tradicional unidad de la literatura inglesa hasta ese momento. Posteriormente, las literaturas nacionales despertaron, y la literatura inglesa ya perdió definitivamente su carácter unitario.;