Adverbios de frecuencia
Los adverbios son una parte invariable de la oración que actúan como complemento o modificador de los verbos, aunque en algunas ocasiones pueden actuar también como complemento o modificador de los adjetivos e, incluso, de otros adverbios.
La forma en que los adverbios complementan a esos verbos, adjetivos u otros adverbios es circunstancial. Así, cuando analizamos una oración, todo adverbio que aparezca en el sintagma verbal predicado tenderá a desempeñar la función de complemento circunstancial. Y, teniendo en cuenta que los complementos circunstanciales son bien conocidos y constituyen una lista compacta y acotada, entre los que podemos destacar los complementos de tiempo, aspecto, lugar, duda, y otros más, la división de los adverbios en sí mismos se ha hecho con mucha frecuencia de esa forma. O dicho en otras palabras: dado que los adverbios no son una tipología de palabra que se deje clasificar con demasiada facilidad, resulta bastante cómodo dividirlos en categorías semánticas, es decir, atendiendo a su significado o a -dicho con más precisión- el tipo de complemento circunstancial que suelen constituir en la oración.
Esta división resulta bastante útil, pero hay que andarse con cuidado. Los adverbios no son “de afirmación”, “de lugar” o “de frecuencia” en sí mismos, sino que dependerá de cómo y dónde aparezcan en la oración, de a qué verbos complementen, y de con qué objetivo los utilice el hablante. Así, un mismo adverbio puede desempeñar la función de afirmación en una frase, y de cantidad en otra. Y esto es bastante común.
Entre los adverbios de frecuencia, que son los que destacaremos hoy, ocurre lo mismo. De hecho, hay que señalar que estos adverbios suelen aparecer, en numerosas gramáticas y libros de texto, como una subdivisión de la categoría más amplia de los adverbios de tiempo. A veces incluso algunos autores los funden con ellos, formando todos una amplia macro-categoría continente de todos los adverbios temporales. En cualquier caso, hagamos una lista con los adverbios de frecuencia más usuales:
siempre
nunca
jamás
constantemente
frecuentemente
asiduamente
ocasionalmente
eternamente
puntualmente
normalmente
raramente
ordinariamente
extraordinarimente
Y añadamos las locuciones adverbiales de frecuencia:
a veces
a menudo
en ocasiones
Como se puede observar, lo que guardan en común todos estos adverbios y locuciones adverbiales entre sí es su alusión a una frecuencia de repetición (a veces, a menudo, ocasionalmente, normalmente), que puede ser constantemente afirmativa (siempre, constantemente, eternamente) y constantemente negativa (nunca, jamás). Son en cualquier caso una sub-tipología de los adverbios de tiempo.