Complementos del Sustantivo
Los sustantivos son una clase de palabra que tiene por referente una entidad fija, y por lo tanto, aportan a la oración contenido semántico en mucha mayor medida que contenido gramatical. Así pues, su función sintáctica tiende a ser nuclear, lo que conlleva que exista a su alrededor toda una serie de construcciones que los complementen.
El sustantivo tiende a operar como núcleo dentro del sujeto, de forma que entre sus complementos más habituales no encontramos verbos ni funciones verbales.
Pasando ya propiamente al análisis de los complementos del sustantivo, diremos que éstos aglutinan genéricamente tanto a los complementos como a los adjuntos del nombre. En general, entendemos por complemento toda aquella serie de constituyentes sintácticos que son requeridos por un núcleo sintáctico para que completen, precisen, aclaren, extiendan o incrementen su significado; y por adjunto a a aquellos constituyentes sintácticos que, llevando a cabo la misma función, no son requeridos por el núcleo sino que su presencia es opcional. No obstante, es bastante común que la palabra complemento englobe tanto a unos como otros, y en ese sentido la tomaremos en este artículo.
Teniendo esto en cuenta, los complementos del sustantivo son los siguientes: el predeterminante, el determinante, el adyacente, la aposición y el complemento del nombre. Morfológicamente, todos estos grupos suelen ser determinantes, preposiciones, adjetivos o sustantivos, y es perfectamente válido que un único núcleo nominal lleve más de un complemento. Gramaticalmente, de hecho, no existe límite al número de complementos que puede llevar un núcleo nominal.
— El predeterminante es un tipo particular de determinante que se sitúa delante de otro determinante, formando una doble determinación. Ocurre cuando decimos «todos los participantes»: «participantes» es el núcleo nominal; «los», su determinante artículo determinado; y «todos», su predeterminante.
— El determinante, al igual que el predeterminante, es adjunto del nombre, no complemento, aunque hayamos englobado ambas categorías en pos de la simplicidad. Los determinantes introducen el sintagma nominal encabezado por el núcleo, y lo sitúan en el plano de conocimiento, abstracción y concreción que la oración requiere.
— El adyacente se llama así porque siempre aparece junto al sustantivo, si bien puede colocarse delante o detrás. Es normalmente un adjetivo calificativo que añade información sobre el significado del núcleo, como en «el chico alto» o «el paciente inglés«.
— La aposición es un tipo particular de complemento del sustantivo (aunque también puede serlo del adjetivo y del verbo) que consisten en la unión de otro sustantivo, en posición inmediatamente posterior al núcleo al que complementa. Así, ocurre cuando decimos «Madrid, capital de España«.
— Por último, el complemento del nombre es siempre un complemento preposicional que especifica o aumenta el significado del núcleo nominal. Ocurre cuando decimos «la estación de tren», «la tarta de arándanos» o «las ocho de la tarde«.