Los adjetivos connotativos
Mediante el lenguaje normalmente procedemos informar, señalar y transmitir información. De forma común, esa información que transmitimos está sujeta a significados de muy diversa índole, que dentro de un mismo espacio sociocultural, tienden a ser elementos connotativos.
Pues bien, los adjetivos, como elementos gramaticales que ayudan a transmitir información sobre los sustantivos, tienden a portar con ellos valores connotativos que describen a estos sustantivos y cargan una variada significación. Así ocurre en los siguientes ejemplos:
Aquella niña está demasiado delgada
Tu padre es un buen hombre
¡Qué rica está la comida!
La nieve furiosa cayó sobre el pueblo tranquilo
La noche se hizo oscura y fría
Viendo los ejemplos que acabamos de ofrecer, podría pensarse que, puesto que todos los adjetivos que existen se utilizan para aumentar la información descriptiva sobre los sustantivos a los que acompañan, y puestos que toda significación construida a base de descripción adjetivada tiende a guardar valores connotativos, como consecuencia todos los adjetivos han de ser obligatoriamente connotativos. Craso error.
En realidad, no todos los adjetivos son connotativos, porque no todos los adjetivos cumplen la función de describir a los sustantivos. Veamos cuáles son los adjetivos no connotativos:
Los adjetivos demostrativos no son connotativos porque su función, si bien siempre es ofrecer información sobre los sustantivos, en este caso no es descriptiva, sino señalética. En efecto, la obligación de un adjetivo demostrativo no es describir las cualidades o rasgos de un nombre, sino señalarlo e identificarlo frente a los demás. Por ejemplo:
Esta casa
Aquella esquina
Ese muchacho
Naturalmente, podría ocurrir que en una misma oración -incluso sobre un mismo sustantivo- se superpusieran dos adjetivos que cumplieran ambas funciones, actuando uno -el calificativo- como adjetivo connotativo, y el otro -el demostrativo- como adjetivo no connotativo. Sería así:
Esta gran casa
Aquella sucia esquina
Ese tímido muchacho
Esta, aquella y ese actuarían así como no connotativos, en tanto gran, sucia y tímido lo haría como connotativos. No hay problema, pues, en que se superpongan.
Lo dicho para los demostrativos sirve también, y tal cual, para los adjetivos posesivos. En efecto, adjetivos como mio, tuyo, suyo, etcétera, son adjetivos no connotativos, porque al igual que los demostrativos, su función no es describir sino señalar e identificar.
Mi padre
Tu casa
Su coche
Por último, los adjetivos indefinidos del tipo algunos, muchos, cualquiera, ningún, etcétera, también son adjetivos no connotativos. Su función tampoco es la de describir, sino de la de señalar y, en este caso, acotar el grupo de sustantivos al que hacemos referencia. Por lo tanto, tampoco transmiten valores significativos.