Los adjetivos pronominales
Los adjetivos son una tipología morfológica que admite numerosas clasificaciones internas, como hemos podido ver en este mismo blog. Sin embargo, hay una subdivisión fundamental que agrupa a los adjetivos en dos grandes conjuntos, a saber: los adjetivos calificativos y los adjetivos pronominales o, como también son llamados, determinativos. Veamos en qué consiste esa marcada diferencia.
Los adjetivos calificativos son sumamente fáciles de reconocer: se trata de aquellos que designan una cualidad del sustantivo al que van acompañando en la oración. Es decir, estamos ante esa amplia agrupación de adjetivos que incluye tales como alto, guapo, grueso, verde, amplio, afilado, sucio, espigado, bonachón, etcétera. En realidad, la lista incluiría tantos que es imposible citar aquí siquiera una mínima parte. Dejémoslo tan solo en que este tipo de adjetivos cumplen la función de complementar al sustantivo por la vía de ampliar su significado, enriqueciéndolo tanto semántica como gramaticalmente. Se trata del grupo de adjetivos sin lugar a dudas más conocidos, y en el que se nos viene a la mente cuando pensamos en este tipo de palabras (nadie pensaría, al serle requerido un adjetivo al azar, en el adjetivo mí, o en el adjetivo séptimo, o en el adjetivo aquellos, ¿verdad?).
Y sin embargo, todos esos ejemplos son parte de la otra gran agrupación de adjetivos que hemos citado al inicio de este artículo. Se trata de los menos conocidos, y sin embargo no menos utilizados, adjetivos pronominales o determinativos. Realmente puede emplearse cualquiera de estas dos denominaciones: se llaman determinativos porque su función es la determinar o precisar la extensión en que se toma el significado del sustantivo al que están acompañando, y se llaman pronominales porque mantienen una relación bastante estrecha con los pronombres (de hecho, es tan estrecha que son idénticos a ellos: ¡son los mismos!).
Los adjetivos pronominales, en efecto, son los mismos elementos que en otros contextos calificaríamos como pronombres. Se diferencian en que, cuando son adjetivos, lo que hacen no es sustituir a los sustantivos (tal cosa no la haría sino un pronombre), sino que lo acompañan, como todo buen adjetivo. Y lo hacen de la misma manera que los calificativos, esto es, en posición adyacente, justo al lado de los sustantivos, aunque dependiendo de la oración puedan hacerlo delante o detrás de éste, y de hecho, casi siempre da igual dónde lo hagan.
Los adjetivos pronominales (o determinativos) han sido tratados en este blog ya en varias ocasiones: son los adjetivos demostrativos, los posesivos, los indefinidos, los interrogativos y los numerales. Te aconsejamos que leas esos artículos si requieres más información sobre ellos y sus subdivisiones internas.