Los adjetivos demostrativos
Los adjetivos demostrativos son aquellos que expresan una relación de lugar, indicando la mayor o menor proximidad de la persona con quien o de quien se habla. Son un grupo cerrado de adjetivos: este, ese y aquel para el masculino singular; estos, esos y aquellos para el masculino plural; esta, esa y aquella para el femenino singular; estas, esas y aquellas para el femenino plural.
Existen en realidad otras formas de adjetivos demostrativos, pero son formas ya arcaizantes que son rara vez usadas, como estotro, esotro, esotra, aquese, aquesa, queso, aqueste, aquesta y aquesto.
Por supuesto, es necesario decir que todas las palabras anteriores actúan como adjetivos demostrativos si y sólo si preceden a un sustantivo (como en “esta luna”, “esa casa” y “aquellas flores”). Cuando no lo hacen pertenecen a la clase de los pronombres.
Dicho lo anterior, podemos adentrarnos con más profundidad en lo que se puede transmitir por medio de los adjetivos demostrativos. Estos adjetivos pertenecen, en realidad, a la clase mayor de los adjetivos determinativos, que son los que determinan o precisan la extensión en que se toma el significado del sustantivo al que acompañan. En su caso, los demostrativos pueden determinar o precisar ese significado de tres maneras distintas:
Pueden indicar proximidad al hablante o al emisor de la oración, y esa proximidad puede ser válida tanto en el tiempo como en el espacio. Se hace con las diferentes variantes del demostrativo este. Veamos unos ejemplos:
¡Eh! ¡Mira lo que hace este hombre!
Estas galletas están realmente buenas
La verdad, creo que este verano ha sido genial
No creo que el equipo vuelva a jugar tan bien como lo ha hecho esta temporada
También pueden indicar lejanía respecto del hablante o del emisor, y normalmente también del oyente o del receptor, y de nuevo tanto en el tiempo como en el espacio. Se hace con las diferentes variantes del demostrativo aquel.
¡Por favor, pásame aquella toalla!
¿Recuerdas aquella época en la que…?
También pueden indicar una distancia intermedia entre la proximidad y la lejanía del hablante o del emisor tanto como del oyente o del receptor, y otra vez tanto en el tiempo como en el espacio. Se consigue con el uso de las distintas variantes del demostrativo ese. Veamos algunos ejemplos:
¡Por favor, pásame ese encendedor!
Sí, sin duda ese año fue inolvidable
El adjetivo demostrativo deberá ir siempre en posición adjunta al sustantivo, y por lo común, delante de este. Pero si queremos colocarlo detrás será obligatorio incluir un artículo delante del sustantivo.