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Morfología flexiva

Publicado por Aroa Plaza

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La morfología abarca, esencialmente, el estudio de tres grandes campos: la flexión, la derivación y la composición. En el artículo de hoy vamos a centrarnos en el estudio de la morfología flexiva.

En la flexión encontramos una serie de morfemas que poseen un significado gramatical. Fundamentalmente se centran en dos funciones:

1. La concordancia.

En la concordancia unos elementos dependen de otros en sus propiedades morfosintácticas.

Nombre (género y número) > adjetivo (género y número).

La concordancia varía según la lengua de que se trate.

2. La rección.

En las relaciones entre elementos hay una palabra (el rector), que es quien establece las restricciones morfosintácticas respecto al otro elemento (el regido).

Por ejemplo un verbo en plural exige un sujeto plural.

MORFEMAS FLEXIVOS

Los morfemas flexivos más habituales, en la mayoría de las lenguas, son los siguientes:

– El número: Normalmente se establece la distinción entre singular (perro) y plural (perros). Pero, en otras lenguas existen formas más complejas de expresar este morfema flexivo distinguiendo por ejemplo entre uno, dos, y tres o más.

– Clases nominales: algunas lenguas hacen una categorización de los nombres siguiendo criterios semánticos o fonológicos. Por ejemplo, en lenguas africanas existen muchas clases nominales.

Por ejemplo en el siswati encontramos: um- (personas), in- (animales), pha (lugares).

En este apartado, podríamos incluir el morfema flexivo del género, que puede diferenciarse por la terminación o por los determinantes que acompañan al sustantivo. Muchas veces marca la el sexo de la palabra (chico / chica), pero otras el género es arbitrario (Tabla / tablón).

– El caso: como morfema flexivo, el caso aporta información sobre la función sintáctica que la palabra va a realizar en la oración. Un ejemplo de lengua con casos es el latín:

a) Caso: nominativo.

Funciones: sujeto y atributo.

b) Caso: vocativo.

Función: apelativa.

c) Caso: acusativo.

Funciones: Generalmente realiza la función de complemento directo, pero en algunas ocasiones precedido de una preposición puede expresar un complemento circunstancial.

d) Caso: genitivo.

Función: complemento del nombre o del adjetivo.

e) Caso: dativo.

Función: complemento indirecto.

f) Caso: ablativo.

Función: complemento circunstancial.

g) Caso: locativo (solo para algunos nombres de las tres primeras declinaciones).

Función: complemento circunstancial de lugar.

– Persona y número: esta categoría flexiva pertenece al verbo y expresa la persona que habla, la que escucha y la que ni habla ni escucha. Añade además la diferenciación del número. En la mayoría de las lenguas el verbo y el sujeto de la oración tienen que concordar.

Ejemplo: El vestido lleva un cinturón > Los vestidos llevan un cinturón.

– Tiempo: señala la relación temporal existente entre lo que cuenta el hablante y el momento en el que este lo pronuncia una oración. Suelen diferenciarse tres tiempos: pasado, presente y futuro.

Ejemplos:

Pasado: Ayer comí una pizza.

Presente: Estoy comiendo pizza.

Futuro: Mañana comeré pizza.

Al conjunto de flexiones que tiene una palabra se le denomina paradigma flexivo. Un ejemplo de ello, en español, sería el paradigma de la conjugación verbal.

Indicativo

Presente Pretérito perfecto simple …

Hablo Hablé

Hablas Hablaste

Habla Habló
… …