Sintagma adverbial
Los sintagmas adverbiales son, como bien nos indica su propio nombre, aquellos sintagmas cuyo núcleo lo desempeña un adverbio o una palabra que de ejerce algún tipo de función adverbial. Veamos ambos ingredientes -sintagmas y adverbios- por separado para comprender mejor cómo funciona esta unión.
Como sabemos, los sintagmas son unidades gramaticales con función sintáctica llamados, en ocasiones, “tipos constituyentes”. En realidad, y de forma más simple, los sintagmas no son más que agrupaciones de palabras que cuentan -como grupo- con un sentido y una función común. Son, además, las unidades gramaticales básicas de toda oración, pues las oraciones, antes que por palabras concretas, están compuestas por unidades o agrupaciones con sentido gramatical y semántico denominadas sintagmas. Estos sintagmas pueden estar compuestos por una palabra o por varias de ellas, pero siempre marcan las fronteras entre las diferentes “bolsas” de significado que componen una oración.
Cada sintagma guarda una serie de características que le vienen dadas por la naturaleza gramatical de su palabra central o principal, normalmente conocida como núcleo sintagmático. Cuando ese núcleo es un sustantivo, el sintagma será de tipo nominal. Cuando ese núcleo es un verbo, el sintagma será verbal. Y cuando es un adverbio, estaremos delante de un sintagma adverbial.
En realidad, los sintagmas adverbiales (conocidos en el ámbito morfosintáctico por las siglas “S. Adv.”) no son los más comunes. Aparecen cuando el núcleo lo conforma o bien un adverbio o bien en verbo conjugado como gerundio, y pueden desempeñar varias funciones sintácticas: complemento directo, complemento indirecto, complemento circunstancial o cuantificador de un adjetivo.
Veamos algunos ejemplos para comprender mejor la naturaleza y funciones de estos sintagmas:
La ayuda llegó demasiado tarde para ellos
En este caso, “demasiado” es el adverbio de cantidad que desempeña la función de núcleo del sintagma adverbial “demasiado tarde”. El sintagma actúa como complemento circunstancial de tiempo (“¿cuándo llegó la ayuda?”) de una oración verbal que además cuenta con otro complemento indirecto.
Desgraciadamente, la ayuda no llegó a tiempo
En este caso, el adverbio “desgraciadamente” es el núcleo -y única palabra- de una oración verbal que cuenta con dos complementos circunstanciales: un de tiempo (el sintagma preposicional “a tiempo”) y otro de modo (el sintagma adverbial “desgraciadamente”) que aparece en posición inicial y es el que nos ocupa.
En cualquier caso, los sintagmas adverbiales aparecen siempre como adjuntos dentro de otros sintagmas de mayor tamaño, que suelen ser, casi siempre, los sintagmas verbales que conforman el predicado de las oraciones.