Sujeto indeterminado
En el sujeto de cualquier oración encontramos a la persona, el animal o la entidad que protagoniza la acción descrita en el predicado. Por emplear una definición sencilla, el sujeto es el encargado de decirnos “quién” realiza la acción, “quién la causa” “quién la padece”, dependiendo del tipo de sujeto al que nos estemos enfrentando. Vamos a tomar un ejemplo para explicarlo mejor. Si partimos de la oración “Los japoneses son gente hacendosa y trabajadora”, entonces, para averiguar el sujeto, tendríamos que preguntarnos “¿quiénes son gente hacendosa y trabajadora?”. La respuesta lógica sería “los japoneses”, evidentemente. Y eso mismo es el sujeto.
Tal vez sea conveniente situarnos. Subiectus era una palabra latina que significaba exactamente lo mismo que significa nuestra moderna “sujeto”. De hecho, ése es su origen, al igual que ocurre con las palabras subjetividad y subjetivo. Todas, por supuesto, tienen que ver con la persona y con el punto de vista personal.
Sin embargo, y como es fácil averiguar, existen una serie de sujetos de distinta clase. Dependiendo del número de núcleos que contenga un sujeto, puede ser simple (cuando sólo tiene un núcleo) y puede ser compuesto (cuando tiene dos núcleos o más). De la misma manera, en función de si el sujeto aparece expresamente en la oración o no lo hace, tenemos el sujeto expreso (el que sí aparece) y el sujeto tácito (que es el que no aparece pero puede “adivinarse”).
Hoy queremos hablar de un sujeto sumamente particular. Partamos de la base del mencionado sujeto tácito. Como hablamos de él, en otro de nuestros artículos, pusimos un ejemplo:
“Han vuelto a subir el precio de la gasolina”
En esta oración no hay sujeto, pero cualquier puede hacerse una idea de que está hablando del gobierno, o del ministerio de hacienda, o en cualquier caso, de los encargados de fijar el precio de los combustibles. Sin embargo, qué ocurriría si nuestra frase fuese esta:
“Han robado un famoso retrato del British Museum”
El sujeto existe, pues no es una oración impersonal. Conocemos la acción (“robar un retrato”) y sabemos que alguien ha debido ejecutarla, es decir, que ha de existir un sujeto. Sin embargo, no sabemos si sido una persona o muchas, ni tenemos ninguna información que nos permita esbozar un sujeto hipotético como sí podíamos hacer anteriormente.
Este tipo de sujeto se conoce gramaticalmente como sujeto indeterminado: aquel sujeto que no puede determinarse por total desconocimiento del hablante.