Signo y señal
El poder comunicarse con otros seres no es una capacidad exclusiva del ser humano, sino que los animales también pueden hacerlo. Del mismo modo, debemos tener en cuenta que “comunicarse” no implica un lenguaje propio, ni por lo tanto que exista un código determinado que ambos interlocutores deberán conocer para poder entenderse mutuamente. Si nos fijamos por ejemplo, en los ejemplos que hemos rescatado de nuestros antepasados, los indios americanos hacían uso del humo de las hogueras que hacían y las formas que creaba éste para ponerse en contacto con otros indios, es decir, para comunicarse con ellos. En este caso, sí que podría considerarse como un lenguaje concreto porque cumple las características propias: existe una intención por parte del emisor de una “intención comunicativa”, por otro lado, existe un código determinado (las señales específicas que se hacen con el humo) y, por último, cada signo de ese código aporta información, es decir, tiene un significado.
En contrapunto a este ejemplo, si viéramos hoy en día humo en el campo, la única información que podríamos deducir de esto es o que hay un incendio o que están quemando algo que provoca esa humareda. Por esta razón, sí es cierto que hemos recibido un mensaje pero ni hay una persona que lo haya hecho intencionadamente y ni hay ni código ni signos previamente conocidos por los interlocutores. El caso que hemos contado en este ejemplo no se consideraría un acto comunicativo sino un “indicio”. Con un indicio la única información que podemos conseguir es la que deducimos por la experiencia y la evidencia.
Si, por otro lado, existe una voluntad de algún individuo de comunicar algún mensaje, pero sin embargo, no hay ningún código concreto, tampoco podrá ser considerado como un lenguaje pero sí podrá ser una señal. Ejemplos claro de señales son los aplausos que el público realizan hacia los actores de una obra de teatro o espectáculo; o cuando vamos haciendo marcas en los árboles de algún camino para que el que nos sigue no se pierda y siga la misma ruta que ha trazado el primero que ha hecho esas marcas.
Llegados a este punto ya podemos distinguir lo que es un indicio, y una señal, pero ¿qué es el signo?, pues bien, el signo es aquello que cumple las siguientes características: tiene intención comunicativa, tiene un código concreto establecido y éste tiene significado.
El signo es cada uno de los elementos que conforman un código del lenguaje y siempre constará de dos elementos: el significante y el significado.
El significante es la parte física del signo y puede ser de varios tipos: fónico, icónico, gráfico, etc.
El significado, por su parte, es la parte conceptual del signo. Podemos diferenciar dos tipos de significados. El significado propiamente dicho cuya relación con el significante es totalmente arbitraria y el símbolo, que es todo lo contrario.