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Crónicas

Publicado por Aroa Plaza

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En el artículo de hoy vamos a introducirnos en el mundo que reflejan los textos producido en la época colonial que relatan y describen lo que encuentran los hombres que llegan al nuevo mundo.

Las crónicas son textos en prosa que guardan relación con ese nuevo mundo al que llega el hombre. Para este hombre la cronología en los textos era algo importante, pero pronto la palabra historia se empieza a introducir en los escritos y esta no implicará una cronología.

Según el estudioso Waler Mignolo, existen tres tipos de textos en esta época:

1. Las crónicas propiamente dichas.

2. Las cartas, que se resultan insuficientes para expresar lo que estos hombres encontraron en el nuevo mundo. Como por ejemplo, las que escriben Hernán Cortés o Colón.

3. Las relaciones, que son informes con descripciones detalladas que aparecen más ordenadas que las hechas en las cartas. Las relaciones son un tipo de texto típico de este nuevo mundo, se trata de textos de funcionarios más que de textos literarios, ya que los reyes necesitaban informes oficiales de lo que allí se encontraba y para este fin se utilizaron las relaciones. A principios del siglo XVI, las relaciones aparecen todavía de forma desorganizada, pero según va avanzando el siglo estas se irán oficializando más llegándose a escribir libros que describan el territorio hallado. A partir del año 1533 se empieza a realizar un cuestionario muy minucioso a los viajeros para confeccionar las relaciones.

Además, es importante destacar que las crónicas, las cartas y las relaciones no eran los únicos tipos de textos que se producían en esta época. También existían los diarios de viaje, que eran relatos en primera persona de las experiencias de los viajeros y exploradores. Estos textos, aunque menos formales que las crónicas y las relaciones, proporcionaban una visión muy valiosa de la vida cotidiana en el nuevo mundo.

Más tarde el objetivo pasó a ser la elaboración de libros y, en España, se empiezan a producir crónicas por autores que no habían acudido a las Indias, como es el caso de López de Velas con su Geografía universal de las Indias.

En esta época, la palabra crónica y la palabra historia se usa de modo indistinto, lo que nos lleva a pensar hasta qué punto es cierto lo que se relata en las crónicas. Respecto a esta cuestión, Pupo Walker señala que con las crónicas se pretendía describir el mundo que el autor tenía antes sus ojos, pero que inevitablemente la imaginación de quien las redactaba presente se colaba entre las letras del texto. Uno de estos cronistas es Bernal Díaz, quien en ocasiones ha de recurrir a la literatura porque no sabe describir aquello que ve puesto que no se ajusta a lo conocido por él hasta entonces. De este modo, los autores de las crónicas de indias introducen en sus textos aquello que quieren ver y cómo ellos quieren verlo. Sus conocimientos anteriores condicionan en parte la descripción del nuevo, del mismo modo que también lo hace el hecho de tener que rendir cuentas ante los reyes y, así, presentarán el nuevo mundo de forma idealizada.

Como todo tipo de texto, las crónicas sufren una evolución. No encontramos exactamente las mismas características en las primera crónicas que en las que se producen ya en el siglo XVII. Se produce una transición:

En las primeras crónicas se produce lo que se conoce con el nombre de “discurso mitificador”, es decir, aquel que mitifica la realidad con tintes de ficción para justificar ante los reyes los viajes hacia aquellas tierras, como por ejemplo hizo Colón.

En las segundas crónicas sigue produciendo esa mitificación, pero ya algunos autores se cuestionan toda la naturaleza idealizada de las descripciones. Por ejemplo, Álvar Núñez Cabeza de Vaca ya no presenta al habitante de aquellas tierras como el buen salvaje, se habla ya de hombres buenos y hombres malos. Además en esta época, los cronistas también cuentan sus penurias pues escriben sus textos para recibir recompensas.

– En la última fase, los autores de las obras empiezan a darse cuenta de que sus escritos también tienen una función literaria. Un claro ejemplo de esto, lo encontramos en la figura del Inca Garcilaso de la Vega.

Es importante señalar que la evolución de las crónicas no fue lineal ni uniforme. Algunos autores continuaron utilizando el discurso mitificador incluso en el siglo XVII, mientras que otros adoptaron una postura más crítica desde el principio. Además, la evolución de las crónicas también estuvo influenciada por los cambios políticos y sociales que se producían en España y en el nuevo mundo. Por ejemplo, la conquista de México por Hernán Cortés en 1521 marcó un antes y un después en la forma de escribir las crónicas. A partir de ese momento, los autores se vieron obligados a enfrentarse a la realidad de la conquista y a la brutalidad de los conquistadores, lo que se reflejó en sus escritos.

En definitiva, las crónicas de la época colonial son un testimonio fascinante de la visión que tenían los europeos del nuevo mundo y de su propia identidad. A través de ellas, podemos entender mejor cómo se construyó la imagen de América en la mente de los europeos y cómo esta imagen evolucionó a lo largo del tiempo.