Palabras tónicas y átonas
Hoy, en nuestro blog La Guía 2000, vamos a exponer las características que tienen las palabras tónicas y átonas. Está claro que todas las palabras cuando se pronuncian de forma aislada poseen un acento prosódico (sílaba que se pronuncia con un realce respecto al resto de las sílabas que conforman la palabra); pero en la práctica, es decir a la hora de hablar, algunas palabras no se pronuncian con ese acento prosódico que acabamos de mencionar. De este modo, teniendo en cuenta si en la cadena hablada las palabras de pronuncian con acento o no, podemos establecer dos tipos de palabras: palabras tónicas y palabras átonas.
1. PALABRAS TÓNICAS.
Las palabras tónicas son aquellas que sí son pronunciadas con acento prosódico. En el idioma español podemos incluir en este grupo de palabras, teniendo en cuenta la categoría gramatical a la que pertenecen, los siguientes tipos de palabras:
– Los sustantivos: casa, perro, ladrillo, colchón, etc.
– Los adjetivos: bonito, avaricioso, estupendo, difícil, etc.
– Los verbos: coméis, corrió, canta, miraba, etc.
– Casi todos los adverbios: cuándo, cómo, dónde, etc.
Los adverbios que acaban en -mente, poseen dos sílabas tónicas: la que corresponde al adjetivo del que proviene el adverbio y la del adverbio propiamente dicho, ya que la primera sílaba del elemento -mente también es tónica: débilmente, fácilmente, etc.
– Los demostrativos: este, ese, aquel y sus correspondientes formas en femenino y plural.
– Los interrogativos y exclamativos: qué, quién, etc.
– El relativo: cual/es.
– Los indefinidos: alguno, bastante, ningún, etc.
– Los numerales: uno, primero, dos, segundo, etc.
– Las conjunciones que provienen de adverbios: así, apenas, etc.
– La preposición: según.
2. PALABRAS ÁTONAS.
Las palabras átonas son aquellas que no poseen acento. Muchas de ellas no tienen una sílaba tónica y, en la pronunciación, crean un grupo acentual con la palabra tónica que aparece antes o después de ella. Estas palabras con dependencia fónica son las que se conocen como “clíticos”. Como ya hemos señalado, los clíticos pueden unirse a la palabra que le sigue o que le precede; en el caso de que forme grupo con la palabra anterior a él se denomina “enclítico” y si lo hace con la posterior, recibe el nombre de “proclítico”.
Ejemplos:
– En la palabra “cuéntamelo” encontramos dos enclíticos adheridos a la palabra precedente: “me” y “lo”. Los pronombres enclíticos siempre se escriben pegados al verbo.
– En la secuencia “en mi cama” ([enmikáma]) también tenemos dos clíticos, en este caso proclíticos: “en” y “mi”
En nuestro idioma son átonas los siguientes tipos de palabras:
– Las conjunciones: que, y, etc.
– Los adverbios: tan, medio.
– Todas las preposiciones menos “según”.
– Los pronombres relativos excepto “cual/es”.
– Ciertas fórmulas de tratamiento: don, san, sor, etc.
