El Vanguardismo (I)
La entrada de hoy la dedicaremos a analizar uno de los movimientos literarios imperantes en el siglo XX: El Vanguardismo. asimismo dividiremos el análisis de esta corriente literaria -El Vanguardismo (I) y (II).
El contexto histórico que propicia esta nueva manera de crear literatura nos lleva a la Primera Guerra Mundial, se ha consensuado que nace el Vanguardismo en el año de 1914, (la Primera Guerra Mundial se produjo entre 1914-1918).
Su origen se sitúa en la vetusta Europa, aunque no tardará en extenderse y llegar también a América. Filippo Marinetti -que se ha venido a tomar como padre o precursor del movimiento, fue un autor italiano fascinado por el desarrollo tecnológico primero, e incluso por lo convulso de vivir en una sociedad en guerra, rompe los esquemas clásicos de los que la literatura gozaba entonces; la temática gira ahora entorno a la actualidad y utiliza la sorpresa constantemente.
Partiendo entonces de una base de ruptura con todo aquello previamente establecido y de una voluntad deliberada de deformar las normas. El Vanguardismo se divide en numerosas corrientes. A pesar de que la corriente literaria a duras penas se mantendrá con vida hasta el nacimiento del modernismo en la década de los 40 del siglo XX.
Para comprender la complejidad de esta literatura como testigo de un momento clave en la historia, analizaremos todas sus vertientes una por una: futurismo, dadaísmo, surrealismo, creacionismo, estridentismo, ultraísmo y postumismo.
Futurismo:
El futurismo lo inaugura el propio F. Marinetti, al publicar en el diario parisino Le Fígaro un Manifiesto de la literatura futurista (1909). Se debe acabar, dice, con lo establecido de un puñetazo en la cara, de una manera agresiva y certera.
Se destrona a la sintaxis, a los nexos y a los calificativos, se trata de utilizar la ausencia o lo gráfico como factor sorpresa.
Un buen ejemplo de lo que proclama el futurismo, lo presenta el español, Ramón Gómez de la Serna, bajo el pseudónimo Tristán en su “Proclama Futurista a los españoles”:
“¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana ! ¡Modemismo! Violencia sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la vida! ¡Antiuniversitarismo! ¡Tala de cipreses! ¡Iconoclastia! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico resquebrajador que da vueltas a las tierras para renovarlas y darles lozanía! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla en la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación de los idilios y de los matrimonios! (…)”
Algunos de sus máximos exponentes fueron:
Filippo Tomasso Marinetti “Manifiesto de la literatura futurista (1909)
Vladimir Maiacovsky “La bofetada al gusto del público” (1912)
Guillaume Apollinaire “Caligramas” (1918)
*continua en El Vanguadismo (II)