Escritores realistas
El realismo literario, si bien «explotó» como movimiento en el siglo XIX, hunde sus raíces en una época anterior. En concreto, su origen se encuentra en la literatura española de la Edad Media, aunque su primera gran manifestación se produjo algo más adelante con el surgimiento de la novela picaresca, un género genuinamente español que empieza a situar sus obras, por primera vez, en contextos alejados de la nobleza, la caballería y la corte, para acercarse a las clases bajas urbanas, a la pobreza y a la lucha por la supervivencia.
Miguel de Cervantes fue el que llevó este género, desmitificador del anterior, protagonizado por anti-héroes más que por personajes típicamente realistas, a su mayor apogeo, y aunque tardó en expandirse por Europa más de un siglo, fue Cervantes el principal referente de la siguiente generación de escritores realistas.
Dado que la novela realista creció en una época en la que la burguesía estaba llegando o acababa de llegar al poder, el género se convirtió en el principal vehículo de esta clase social para exportar sus valores y su moral. Así, los primeros autores realistas situaron sus obras en la ciudad y en el mundo de los negocios del XIX. Y sólo cuando estos ambientes se empezaron a ver agotados se interesaron los realistas por dar un nuevo empuje al género, ya sea situando sus novelas en ámbitos rurales o clases sociales más bajas, ya sea explorando la psicología y los sentimientos de los personajes antes retratados sólo externamente.
De esta manera se genera una doble vertiente de la novela realista: la espiritualista, con exponentes como Pérez Galdós, Dostoievski o Tolstói, más interesados en explorar los razonamientos internos y la psicología de sus personajes, y los naturalistas. que llevaron al extremo la tendencia realista a la descripción precisa de todo cuánto aparece en la novela.
El realismo fue un género que se cultivó en toda Europa, y así disponemos de grandes ejemplos del mismo en la mayoría de sus países. En Francia destacaron Henry Bayle, Stendhal, Balzac, Merimèe, Flaubert y Víctor Hugo. En Inglaterra Thackeray, Dickens y George Elliot. En Rusia, Turguéniev, Tolstói, Chejov y Dostoievski. En Estados Unidos, que se incorpora aquí a la élite literaria mundial, Mark Twain, Henry James Y Thedore Dreiser. En Italia el mejor representantes es Giovanni Verga. En el ámbito alemán destacaron Albert Bitzius, Gottfried Keller, Conrad Ferdinand Meyer, Adalbert Stifter, Friedrich Hebbel, Theodor Storm, Theodor Fontane, Gustav Freytag y Wilhelm Raabe.