La novela picaresca
La novela picaresca es un tipo muy particular de género novelístico, característico originalmente de la literatura española del Siglo de Oro, una época que transcurrió entre el final del Renacimiento y el comienzo del Barroco, si bien más adelante trascendió a otros países y fue bastante imitada.
La novela picaresca no se puede entender sin conocer el contexto que la precede y le da origen. La literatura del Renacimiento se había caracterizado hasta entonces por la creación de grandes epopeyas, de libros de caballerías, novelas sentimentales y pastoriles; siempre mostrando personajes de nobles sentimientos y, generalmente, de alta alcurnia.
Frente a esto, la picaresca surge como respuesta. Su carácter es anti-heroico y sórdido, y las protagonizas personajes empobrecidos o miserables, conversos o marginados que se mueven en los bajos fondos o no carecen de recursos para mantenerse. El Lazarillo de Tormes es un ejemplo perfecto de todo lo anterior, y tal vez sea la novela picaresca por excelencia. Por otra parte, la parodia de la magnificencia renacentista también forma parte de las características, y sobre esto no encontraremos mejor ejemplo que El Quijote, de Cervantes. Obra de gran altura y con referencias que van más allá de este género que hoy nos ocupa, el personaje del hidalgo empobrecido que desea ser noble caballero no podía haberse escrito sino en este contexto histórico.
En general, podemos señalar algunas características comunes a la mayoría de las novelas picarescas:
El protagonista (el pícaro que le da nombre al género) proviene de un rango social muy bajo, es pobre, marginado o delincuente. Un auténtico antihéroe para oponerse al ideal renacentista.
La intención de la obra es siempre satírica y a menudo paródica. La crítica social llega a todos los rincones y se desvela la hipocresía de la sociedad proto-moderna, en la que la burguesía ya se está haciendo un hueco en las capas altas.
Frente a lo bucólico, lo grandioso, lo aventurero y lo exótico de la literatura anterior, la novela picaresca es realista y a veces naturalista. Lejos de obviar los aspectos más desagradables, crudos o injustos de la sociedad, centra en ellos su interés y los muestra tal cual son.
El protagonista muchas veces habla en primera persona, generando así una doble vertiente en la que es tanto autor (el que cuenta su historia) como actor (el que la protagoniza). Las novelas picarescas suelen tener una estructura autobiográfica en la que cada capítulo muestra un episodio de la vida del pícaro, hasta su -muchas veces anunciado- final.