«Hasta no verte, Jesús mío» de Elena Poniatowska
Elena Poniatowska es una periodista y escritora nacida en París por cuyas venas corre además sangre polaca, es hija de un príncipe polaco, y mexicana por parte de madre. En sus primeros años de vida habla inglés y francés, idiomas que adquirirán un acento mexicano al salir de su boca, ya que aprenderá español con las criadas de la familia. Pronto destaca en el manejo de la oralidad y se convierte en una periodista con un amplio número de obras donde refleja un estilo especial. Se mueve dentro de un periodismo vivo y de carácter feminista. Hay que tener en cuenta que ha de luchar por mostrar su capacidad como escritora en un México machista.
Para profundizar en la extensa obra de Poniatowska, hoy hemos escogido la novela titulada Hasta no verte, Jesús mío escrita en 1969. La historia que se cuenta gira en torno a la protagonista Jesusa Palancares, este será uno de los personajes emblemáticos de la escritora ya que se trata de un personaje entrañable perfectamente construido. Elena reconoce que, aunque su novela es una novela de testimonios, no todo en ella es real y ha inventado y ficcionalizado algunos datos que dan un tono desigual al texto. Por ejemplo, la protagonista es real pero no respondía al nombre de Jesusa Palancares sino que realmente se llamaba Josefina Boorquez, una mujer vieja y marginal que la autora conoció en la cárcel (Elena solía frecuentar este espacio para charlar con los presos).Posteriormente, Elena iría a visitarla a su chabola y allí la entrevistaría grabadora en mano siguiendo la técnica que aprendió del autor norteamericano Oscar Lewis. Pero, aunque Poniatowska emplee la técnica de Lewis, el resultado obtenido será totalmente distinto. En un primer momento, Elena quiso dar veracidad al personaje, insistiendo en que casi todo lo que escribió era obra de Jesusa Palancares, considerándola como autora, aunque más tarde reconoció su labor de reconstrucción de la historia haciendo recortes, insertando invenciones, etc. Josefina Boorquez era mujer obsesionada con la religión y en este aspecto concreto la autora recortará bastante. Jesusa está fascinada con la secta a la que pertenece y Elena transformará el tema religioso, presentando la religión como algo que oprime y manipula a la sociedad. Además, Poniatowsca inventará reuniones con líderes revolucionarios y le dará un estilo literario que el relato de la protagonista no tenía. Sí se trata pues de un testimonio real, pero se presenta aderezado con la ficción y el estilo que aporta la autora. Es una novela.
Jesusa Palancares y Elena Poniatowska son mujeres muy parecidas, existe una identificación entre ambas. Incluso, hasta el habla es igual y es probable que este sea el puente que las une. En todo su estilo lingüístico está la esencia de la oralidad y encontramos muchos elementos del lenguaje conversacional: hipérbatos, preguntas retóricas, exclamaciones, etc. La oralidad se halla presente en el texto. En cuanto al léxico, se puede señalar el empleo generalizado de los mexicanismos.
En la novela existe un dualismo entre campo y ciudad que se hace patente cuando Jesusa llega a la ciudad y se siente blanco de desgracias, desprotegida, es una mujer iletrada y busca un ama, lo que nos hace pensar en la novela picaresca; Elena conoce ese tipo de literatura e introduce algunos elementos relacionados con ella, como por ejemplo el tema del hambre o la sensación de progreso. Un aspecto que aparece en la obra y que merece la pena destacar es el de la solidaridad femenina, si Jesusa se salva en ocasiones siempre será gracias a la ayuda de las mujeres. La protagonista se encuentra en un mundo en el que los hombres controlan la sociedad y las mujeres son marginadas. Elena Poniatwoska, a través de la voz de Jesusa, hace una dura crítica a la dictadura de Porfirio Díaz mediante el discurso subalterno de esta mujer pobre, marginada y analfabeta. Esta novela será en muchos momentos una novela de mujeres que formulan de modo eficaz alegatos contra la guerra, el poder, etc.
El tema de la nación también es importante en la obra. Se trata de una novela mexicanista, tipo de novela que comenzará con la obra Los de debajo de Mario Azuela. En Poniatowska todavía está latente esa corriente mexicanista en la que se trasluce una tremenda depresión y el fracaso de la revolución.
También se hace visible en esta novela el tema de la corrupción. Mediante la ironía y el humor, tanto la informadora como la escritora hacen una crítica a la corrupción política de la presidencia de Carranza producida entre los años 1917 y 1920. Aparece una entrevista ficticia con Carranza que aporta veracidad, fortaleza, dignidad y honra a las palabras de Jesusa.
Por tanto, señalamos como temas principales de esta novela la mujer, la nación, la guerra y la corrupción.
Toda la primera parte de la obra, es decir, hasta la página 140 son esquemas previos a la segunda parte, la parte más picaresca, donde la protagonista busca y realiza trabajos.