Estructura del Quijote
Aunque con frecuencia podemos escuchar que dos grandes genios de la escritura como son Cervantes y Shakespeare murieron el veintitrés de abril del año 1616, esa información no es cierta. El dramaturgo inglés falleció el veintitrés de abril del calendario juliano que en realidad equivale al tres de mayo; mientras que el escritor español fue enterrado el día veintitrés, pero murió el día veintidós de abril. No obstante, no solo las muertes de estos dos autores marca el día veintitrés de abril como un día reseñable para la literatura; en España, este día se celebra el día del libro y se entrega el importantísimo Premio Cervantes, que en el 2014 ha recaído sobre la escritora mexicana Elena Poniatowska (puedes leer un artículo sobre esta escritora pinchado en el siguiente enlace: Elena Poniatowska. Por todo esto, hoy recordamos la figura de Miguel de Cervantes estudiando la estructura de su obra más afamada, El Quijote.
Para hablar de la estructura de esta obra hemos de tener en cuenta que consta de dos partes. Esta división no es una simple división externa, sino que va más allá debido a que las dos partes muestran características completamente diferentes. Esto afecta, por ejemplo, a los personajes principales del libro; ya que, aunque su personalidad evoluciona a lo largo de la obra, los comportamientos de estos en una y otra parte son muy distintos. En la primera parte, don Quijote se enfrenta al mundo real desde su visión distorsionada del mismo; por el contrario, en la segunda parte don Quijote ve la realidad como es y son los demás quienes con sus interpretaciones hacen que la realidad proporcione aventuras al hidalgo. En cambio, el personaje de Sancho que en la primera parte se muestra reacio a las locuras de su amo, en la segunda parte participa de modo más activo en las ilusorias aventuras que se les presentan. Esto es lo que se conoce como la quijotización de Sancho y la sanchificación de don Quijote.
La obra se puede estructurar también teniendo en cuenta las tres salidas que realiza don Quijote, de hecho esta ha sido la cuestión más empleada para su estructuración. Estas tres salidas, aunque son diferentes en el número de páginas que ocupan en el libro, tienen una distribución semejante: Preparación y salida, serie de sucesos y regreso.
Otra forma de observar la estructura de la obra es fijando nuestra mirada en la vuelta a casa en lugar de en la salida; ya que, de este modo, se hace más visible ese proceso en el que Quijote y Sancho van intercambiando sus posturas. Así:
Primera vuelta: Don Quijote vuelve de esta salida sintiéndose vencedor y armado caballero.
Segunda vuelta: Aquí, Don Quijote regresa enjaulado y a pesar de que se emplea el encantamiento como explicación a esta situación, esta resulta lo suficientemente humillante para crear dudas en el caballero.
Tercera vuelta: En esta ocasión, Don Quijote retorna totalmente derrumbado y muere totalmente cuerdo.
Esta evolución del protagonista puede verse de igual modo pero a la inversa en el personaje de Sancho, escudero de don Quijote, que parte del realismo para acercarse a medida que avanza la obra al idealismo.