Cervantes y «El Quijote»
En el artículo de hoy hablaremos de la figura de Miguel de Cervantes Saavedra y de su conocidísima obra Don Quijote de la Mancha.
Poco se conoce de los comienzos de este autor, no sabemos exactamente la fecha de su nacimiento ni otros detalles de sus primeros años de vida. Algunos datos que sí poseemos son que vivió en Madrid e Italia, estuvo en la batalla de Lepanto, se asentó en Valladolid después de recorrer Andalucía como recaudador de impuestos y finalmente se estableció en Madrid sin demasiados medios. Todas etas experiencias le llevan a ser un gran conocedor de la naturaleza humana y a comprenderla profundamente. Esta visión del hombre llenará las páginas de sus libros.
La obra cervantina es extensa y variada, el autor cultivó distintos géneros en un gran número de libros. Así, con su pluma, Cervantes escribía textos poéticos como Viaje del Parnaso, dramáticos como Ocho Comedias y Ocho Entremeses o novelas. Pero, es en este último género donde encontramos al mejor Cervantes con obras como La Galatea (1585), Las Novelas Ejemplares (1613), Los Trabajos de Persiles y Segismiunda (1617) y El Quijote (1605 y 1615).
Nos centraremos, ahora, en analizar la obra que ha encumbrado a Cervantes y ha hecho que se le conozca mundialmente: Don Quijote de la Mancha.
El Quijote está compuesto por dos partes: la primera de 1605, que cosechó un gran éxito y fue traducida a otros idiomas como el inglés o el francés; y la segunda, que vio la luz diez años después, en 1615. Se ha hablado del fin con el que Cervantes escribió esta extensa novela y, aunque es cierto que en ella se parodian las novelas de caballerías, este no sería su única finalidad o el motivo que impulsó su escritura. También mueve al escritor el propósito de mostrar al mundo la complejidad que encierra el ser humano en su interior. Y, para ello, Miguel de Cervantes inventa innumerables aventuras, personajes y lugares donde desarrollar la acción de las tres salidas que Alonso Quijano realiza por la Mancha, Aragón y Cataluña. En la primera parte, encontramos las dos primeras, mientras que la tercera aparece ya en la segunda parte.
En cuanto al estilo que el autor empleó en esta obra, hemos de decir que no se trata de un estilo homogéneo; sino que, aparecen reflejados todos los niveles de lenguaje, desde el más culto al más coloquial. Del mismo modo, Cervantes busca la heterogeneidad en sus personajes, podemos verlo, por ejemplo, en las figuras opuestas del Quijote y su escudero Sancho Panza: el primero representa la fantasía y el segundo el sentido común, pero ambos se complementarán formando un todo.
Es clara que la importancia que El Quijote tiene en la historia de la literatura española e incluso en la universal, gracias a las muchísimas traducciones que se han realizado de la obra. Este valor reside, entre otros aspectos, en ser una de las primeras novelas modernas que tratan cuestiones reales del alma humana, y no fantásticas, como se había hecho hasta ese momento.