La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero

Para empezar hay que decir que este libro de la periodista y novelista española Rosa Montero es absolutamente inclasificable en cuando a su género. Puede ser una biografía, pero también una autobiografía, puede ser un ensayo y al mismo tiempo una novela. De todo ello hay algo en la obra, y siempre mezclado en unas dosis que manifiestan una libertad creadora absoluta.

Rosa Montero suele seguir un plan de trabajo para cada una de sus novelas, lo que le lleva a invertir del orden de 3 años en cada una. Sin embargo, en el caso de La ridícula idea de no volver a verte, la escribió de un tirón. Y cuál fue el detonante de semejante inspiración. Pues en realidad fueron dos.

En primer lugar que tuvo que leer para hacer un prólogo de los diarios de la científica Marie Curie. Unos diarios escritos a raíz de la muerte de su esposo Pierre. Y el segundo gran motivo inspirador de la obra, es que la propia Montero había enviudado poco antes.

Al fin y al cabo, tenía que leer lo que había vivido y sentido una de las mujeres más geniales de toda la historia en una situación afín a la suya. Y en esos diarios de Marie Curie, descubrió una mujer bien distinta a la imagen más reconocible y conocida de la ganadora de dos premios Nobel por ser capaz de aislar dos elementos claves en nuestro desarrollo científico: el radio y el polonio.

Eso le llevó a una serie de reflexiones sobre la vida que es lo que en realidad compone esta obra tan heterogénea. Lo cierto es que aunque la muerte sea la base de la obra, e incluso desde su frase inicial que se nos presenta brutal con un contundente: “Como no he tenido hijos, lo más importante que me ha sucedió en la vida son mis muertos”, pero la verdad es que el tema principal es la vida y todos los elementos que la componen, desde el sexo al conocimiento, y por supuesto también el duelo por los muertos.

De hecho, antes de escribir esta obra, la autora había renegado de otras creaciones basadas en el duelo por la muerte de un ser querido, como por ejemplo el libro Paula de la escritora chilena Isabel Allende dedicado a su hija desaparecida. Sin embargo, ahora reconoce que cada cual vive el duelo como puede. Por ejemplo,una persona como Marie Curie fue capaz de guardar el traje con el que murió su marido tras ser atropellado por un coche de caballos. Y guardó ese traje sin limpiar los restos corporales que podía haber de su esposo. Si eso hizo Curie, que no hará una persona corriente.

Pero que nadie espere que un libro plagado de tristeza. Desde luego que hay pasajes de lo más emotivos, pero la esencia de la obra es un canto a la vida. Sin duda, se trata de uno de los libros más personales de Rosa Montero, capaz de atrapar a sus lectores más incondicionales, al mismo tiempo que a todos aquellos que no la conozcan.