Jaime Gil de Biedma
El poeta barcelonés Jaime Gil de Biedma, nacido en el año 1929, probablemente sea la figura más destaca de la llamada poesía de la experiencia escrita en España a partir del año 1940. Miembro de la Escuela de Barcelona, perteneciente a la Generación de poetas del 50, amigo de los Goytisolo y del importante editor Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma se convierte en uno de los escritores de poesía con mayor poder de atracción para la juventud y un referente para todo tipo de compositores: novísimos, realistas, tradicionalistas y vanguardistas. Lo cual llama la atención debido a que su producción no es muy extensa. En el año 1975 se publican bajo el título Las personas del verbo sus tres libros anteriores: Compañeros de viaje, del año 1959; Moralidades, de 1966; y Poemas póstumos, de 1968.
Compañeros de viaje fue un libro que causó una gran sorpresa en un mundo poético en el que la poesía social dominaba el panorama. El título de esta obra alude a la expresión que Lenin empleaba para designar a la burguesía y los intelectuales favorables a la revolución. Gil de Biedma la utiliza como título de su libro con ironía, ya que no fue admitido en el Partido Comunista por su homosexualidad. Y aunque en él existan poemas en el los problemas sociales son el núcleo temático, fundamentalmente el poeta habla de sus experiencias personales en un tono desenfadado y conversacional cargado de escepticismo.
En su siguiente libro, Moralidades, a pesar de la existencia de alguna composición de tipo social como “Años triunfales”, también son sus propias vivencias las protagonistas de casi todos los versos. Con un lenguaje efectivo y coloquial, el poeta rebusca en biografía, en su juventud, en la relación con sus amigos y en sus ideas para ofrecer al lector una visión irónica y distancia de su propio yo. El deseo, el amor, la promiscuidad, los cuerpos de los amantes, etc. serán algunos de los temas que podemos encontrar en esos poemas.
En el libro de 1968, Poemas póstumos, desde el propio título Gil de Biedma ya anuncia su despedida. Tras esta obra, el poeta solamente escribirá un poema más. Se trata de un poemario breve pero de gran calidad, en el que podemos leer poemas como “Contra Jaime Gil de Biedma”, donde el autor realiza un autorretrato lleno de sarcasmo mientras se observa en un espejo; “No volveré a ser joven”, poema en el que reside la idea de que la vida se resume en envejecer y morir; y otros como “De senectute” y “De vita beata”.
Aunque su tono coloquial y desenfadado nos pueda hacer pensar que la lectura de sus poemas es fácil; en realidad, se trata de un autor que escribe una poesía en absoluto liviana, y, así, lo muestran la sutilidad y la fina ironía que acompañan sus palabras. Es un poeta que busca la perfección y que no encontrará en la gran mayoría el público capaz de apreciar las experiencias que en sus poemas nos regala.
En el año 1990, víctima del sida, este genial poeta abandonó el mundo de los mortales, pero dejó tras de sí la imborrable huella de su poesía en las letras españolas.