Juan Carlos Onetti
Hoy, en la sección de literatura de La Guía 2000, es el turno del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, nacido en Montevideo en el año 1909. Este es un autor de fama internacional que se presentó ante el mundo con la novela corta El pozo en el año 1939. En esta primera novela ya se observan los temas que serán recurrentes en toda la obra Onetti: la falta de comunicación entre los hombre, los sentimientos de desolación y desesperanza, la oxidación del mundo. Además, ya aparece el lugar en el escritor sitúa sus obras: el territorio de Santa María.
Posteriormente, escribe otras obras como Tierra de nadie, en el año 1941; La vida breve, en 1950; Para una tumba sin nombre, en 1959; El astillero, en 1961; Juntacadáveres, en 1964; Dejemos hablar al viento, en 1979; y ya en 1993, un año antes de su muerte, Cuando ya no importe. También son dignas de mención algunas colecciones de cuentos: Tiempo de abrazar, de 1974, y Tan triste como ella y otros cuentos, de 1976.
El fuerte de la escritura de Juan Carlos Onetti no reside en el empleo de sorprendentes elementos técnicos ni en lo mágico o lo fantástico como sucede en la mayoría de los autores hispanoamericanos del momento, sino que lo hemos de buscar en la profundidad de sus líneas. Onetti es un escritor que indaga en la psicología de los personajes y que, a través de su filosofía, crea una atmósfera en la que lo fatídico se hace claramente presente. Ni la trama ni el sobresalto es lo más importante en su literatura, por ello el lector ha de ser paciente y e ir contemplando el transcurso lento de la vida de los personajes que habitan en sus obras y disfrutar con el análisis que el autor hace de ellos. Así, el mundo exterior pierde importancia en detrimento del mundo interior. Los personajes de Onetti no son héroes, son seres sin carisma que, más que vivir, soportan una vida miserable y triste.
Podemos poner como claro ejemplo de lo que acabamos de decir la obra El astillero, donde en un viejo astillero aparecen una serie de personajes que pretende reconstruirse como si fuesen barcos que vagan a la deriva. El protagonista es un antihéroe lleno de negatividad y fracasado llamado Larsen. En contraposición, también aparece un personaje frecuente en su literatura, el Doctor Díaz Grey. La vida de estos dos personajes es una vida triste en la que el tiempo pasa de modo lento y cansado y el espacio en el que se desarrolla es Santa María, un mundo descompuesto y arruinado en el que Onetti defiende los antivalores reinantes en la sociedad.
Madrid fue la ciudad que Onetti eligió pasar la última etapa de su vida, allí murió en el mes de mayo del año 1994. Durante sus años en la capital española, el escritor despertó una gran curiosidad a causa de la extravagancia que presentaba su figura y por el hecho de que viviera sus últimos años en una cama que se negaba a abandonar. Además, su trabajo fue reconocido y se le otorgaron diversos premios.