Las mil y una noches
La obra titulada “Las mil y una noches” pertenece a la literatura árabe y se trata de un conjunto de cuentos populares. La fecha en la que fue compuesta no se conoce con exactitud porque durante toda la Edad Media fue difundida de manera oral. Fue en el siglo XV cuando se plasmó por primera vez por escrito. Sin duda, esta obra cumbre árabe marcó un modelo que influyó en las colecciones de cuentos de la literatura europea posteriores.
La versión más popular de “Las mil y una noches” que ha llegado a nuestros días es la traducida por Antoine Galland, la cual data del siglo XVIII.
Esta obra árabe cuenta con un marco narrativo (que, seguramente, se añadió durante el siglo XIV) que sirvió de unión entre todo el bagaje folclórico con el que contaba.
La trama de “Las mil y una noches” narra la historia de un sultán persa llamado Shahriyac quien ordenó el asesinato de su mujer porque no le había sido fiel. Desde este hecho, cada noche tomaba a un mujer diferente y también la mandaba matar cuando llegaba el amanecer. Una de ella se llamaba Scherezade y fue la única que consiguió gustarle al sultán. De hecho, ella le estaba contando un cuento durante el amanecer en el que le tocaba ser asesinada, pero el sultán se sintió tan interesado que decidió perdonarle la vida. De este modo, cada noche, concretamente mil una noches, esta mujer le contaba un cuento, con lo que consiguió seguir viva.
El método literario que se utiliza para presentar cada uno de esos cuentos se conoce con el nombre de “cajas chinas”, acuñado por el autor Mario Vargas Llosa, lo que consiste en que uno de los personajes de un cuento se convierte en el eje sobre el que girará el siguiente, y así sucesivamente, componiendo, de esta forma una obra total en conjunto.
Estos cuentos que se encargan de conformar la obra completa de “Las mil y una noches” son realmente diferentes entre sí, de hecho, aparecen cuentos con animales de protagonistas, relatos piadosos, cómicos, paródicos, trágicos, de caballerías (Historia de Achib, Garib y Sahim al-Layl), eróticos, esotéricos (Historia de Hasib Karim al-Din), didácticos (Historia de la esclava Tawaddud) y picarescos de origen egipcio (Historia de Alí al-Zaybaq al-Misrí)
Pero, sin duda, de todos esos cuentos que compusieron la obra de “Las mil y una noches” fueron sólo tres de ellas las que realmente alcanzaron tal popularidad que han llegado a nuestros días a la cultura occidental: “Aladino y la lámpara maravillosa”, “Simbad el marino” y “Alí Babá y los cuarenta ladrones”.
Con lo que respecta a los personajes destacan, sobre todo, los fantásticos, seres mágicos y animales con forman antropomóricos, aunque también aparece Dios, en menor medida.