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Literatura alemana

Publicado por Pablo

literatura-alemana.jpgLa literatura alemana comprende el conjunto de creaciones literarias∫ de los pueblos germano-hablantes. Naturalmente no existe una frontera rígida que separe el ámbito literario alemán del francés, el checo, el holandés o el polaco, máxime habiendo siendo tan volubles las fronteras políticas a lo largo de siglos de historia.

En cualquier caso, podemos circunscribir la literatura alemana a, básicamente, la actual República de Alemania, Austria y los cantones germano-parlantes de Suiza.

El idioma gótico, una lengua actualmente muerta que fue hablada por los antiguos godos, se considera la más temprana manifestación de lengua germánica. Por desgracia, una traducción de la Biblia que data del siglo IV es lo único que se conserva de aquella literatura, razón por la cual suele partirse del antiguo alto alemán cuando se habla de la historia de la literatura alemana. Los testimonios más antiguos en esa lengua provienen del siglo VIII y, al igual que ocurriera en las lenguas romances, se hicieron habituales primero en los ambientes de la alta cultura y más adelante entre las masas populares.

Al igual que otras literaturas europeas, la alemana se vio influenciada por las corrientes humanistas, barrocas e ilustradas en los siglos posteriores al final de la Edad Media. La Reforma protestante tuvo una enorme influencia en la extensión del alemán: Martín Lutero, al fin y al cabo, editó su famosa Biblia en este idioma.

La llegada de la Ilustración trajo consigo la aparición de una serie de autores que empezarían a darle a la literatura alemana una personalidad propia mucho más diferenciada que las de sus coetáneos europeos de lo que lo había sido en otras épocas. Autores como Thomasius, Wolff, Leibniz, Gellert y Gottsched se sitúan al frente de este grupo.

Aunque, curiosamente, dos de los autores más reconocidos de toda la literatura alemana, Goethe y Schiller, empezaron a escribir motivados por sus posturas contrarias a la Ilustración (en un movimiento conocido como «Sturm und Drang», que no duró mucho y cuyos autores referentes (a los que habría que añadir a Lenz) pronto evolucionaron y acabaron fundando el clasicismo alemán. La obra más importante de Goethe, la tragedia titulada «Fausto» (1808), está considerada como una de las cumbres de la literatura alemana.

El romanticismo alemán, que siguió cronológicamente al clasicismo, produjo a su vez algunos de los más grandes escritores alemanes, como Wilhelm, Schlegel, Tieck o Bettina von Arnim.

A ellos los siguieron los escritores realistas, que en Alemania generaron un movimiento llamado «realismo poético» bastante diferente a sus contemporáneos de otros países. Destacó con voz propia Conrad Ferdinand Meyer.

Ya en el siglo XX la literatura alemana no dejó de producir grandes escritores. Rainer Maria Rilke, Heinrich Mann, Thomas Mann, Robert Musill, Franz Kafka o Hermann Hesse son autores obligados en cualquier historia que revise la literatura del XX.