Literatura inca
La civilización inca logró formar un extenso y poderoso imperio en la época precolombina; imperio que logró ser el estado prehispánico de mayor extensión de toda América, y que subsistió durante siglos. De ese poderoso imperio han quedado restos monumentales y artísticos, pero no nos resulta nada fácil hacer un estudio sobre su literatura, dado que no se conserva ningún testimonio directo en forma escrita que pueda ser estudiado por expertos en el tema.
Los incas se expresaban en lengua quechua, un idioma que por cierto pervive hoy en día y es ampliamente usado en diversas regiones de América Latina. Sin embargo, no tenían costumbre de poner por escrito sus leyendas y tradiciones. La única forma de escritura que se les conoce es la de los quipus, compuesta por unos hilos de diferentes colores que anudándose en formas distintas les servía como materia escriptoria. Los quipus eran muy útiles, en efecto, para mantener los registros y la contabilidad del estado, pero no eran desde luego idóneos para escribir literatura.
De este modo, la literatura de los incas (o «literatura incaica») se componía exclusivamente de testimonios orales. Cómo funcionaba, qué temas trataban, qué historias contaba y qué autores destacaron son preguntas que sólo pueden obtener respuestas parciales y especulativas. Si bien los cronistas españoles transcribieron algunos ejemplos, y otros se perviven aún gracias a la tradición oral, resultan muy poco numerosos y tal vez no sean lo suficientemente significativos como para abordar un estudio sistemático que mejore nuestro conocimiento de la literatura incaica.
Sabemos, en cualquier caso, que la literatura de los incas era mayormente poética, y se mantenía centrada en temas directamente relacionados con la naturaleza, como las plantas, las flores y los animales. Los investigadores asocian esta tendencia a la naturaleza fundamentalmente agrícola de su civilización.
La música y la danza, al parecer, eran parte misma de la experiencia literaria, y componían juntas parte integrante de la representación.
Se conocen al menos varios tipos de poesías, que son:
– el wawaki, unos poemas entonados por coros de jóvenes durante las llamadas fiestas de la luna,
– el huahuay, unos poemas de naturaleza triste y melancólica
– el yaravía, unos poemas relacionados con el amor
– el huaino, unos poemas relacionados con el amor erótico
– el triunfo, unos poemas que tenían que ver con la guerra y la victoria
– el aymoray, unos poemas de inspiración rural y agrícola
Sobre la autoría, se saben pocas cosas. Los incas contaban con autores oficiales residentes en la corte y llamados amautas, así como con poetas populares que tal vez «recitaran» en las calles y que recibían el nombre de haravec.