Literatura japonesa
La literatura japonesa es el conjunto de obras literarias escritas en Japón, tanto en el estado japonés moderno como en su mismo territorio en épocas anteriores. De este modo, la literatura japonesa comprende unos trece siglos de antigüedad.
Sus orígenes se remontan a la llegada a las islas japonesas de los caracteres chinos (hanzi) alrededor de los siglos VII y VIII. En aquella época, llamada período arcaico, se escribieron las primeras obras escritas que se puedan llamar japonesas. Entre ellas destacaron las crónicas Kojiki, Nihonshoki y Manyoshu.
Superado este período inicial se desarrolla una escritura basada en caracteres propiamente japoneses. Es el llamado periodo Heian, y normalmente se lo considera como la etapa clásica de la literatura japonesa. La poesía es el género más escrito, y el ámbito cortesano el más usual. Como particularidad, existen muchas escritoras en este período, pues si bien a las mujeres de la corte se les exigía ser sumisas con los hombres, también se les otorgaba una alta cultura.
Las primeras recopilaciones poéticas de esta etapa provienen del siglo X, y son las llamadas Kokinshu. La Ise-Monogatari es la primera obra en prosa realmente relevante, también escrita en este siglo.
Esta etapa de esplendor clásica acaba en el siglo XII, y las dos siguientes centurias muestran una menor producción literaria dada la pobre situación del país. Aun así, aparecen las representaciones teatrales llamadas No, de importante desarrollo posterior.
Los siglos posteriores son los del shogunato Tokugawa, que ante la cada vez mayor llegada de misioneros y viajeros europeos, decidió cerrar el país a los extranjeros y mantuvo un aislamiento de más de dos siglos. En ese período se desarrollaron los haiku, de gran éxito posterior, que son poemas muy breves que tratan de expresar el máximo número de cosas con la mínima cantidad de palabras.
La Revolución Meiji supuso la apertura al mundo de Japón en el siglo XIX, y vino unida de una mayor libertad de expresión. El lenguaje japonés se simplificó, y se promovió el entendimiento entre las culturas oriental y occidental. Entre los escritores de la época, destacaron tres: Ryunosuke Akutagawa, Janichiro Tanizaki y, posteriormente, Yasunari Kawabata, que en 1968 sería el primer escritor japonés en ganar el Premio Nobel de Literatura.
El último impulso de la literatura japonesa vino tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial. El resurgir político, económico y social del país vino acompañado también de una gran pujanza cultural, y escritores como Masuji Ibuse, Shitaro Ishitara y Seicho Matusmoto dan buena prueba de ello.