Lo real maravilloso y el realismo mágico
Hoy, en la sección de literatura de La Guía 2000, nos disponemos a dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuál es la diferencia entre lo real maravilloso americano y el realismo mágico?
En el año 1949, Alejo Carpentier introduce el término real maravilloso americano, que aunque no es lo mismo tiene una relación con las técnicas del realismo mágico. Cuando en el prólogo de Al reino de este mundo, habla de lo real maravilloso americano está obsesionado por la búsqueda de la identidad de América, de una forma de escritura característica. Carpentier, se encuentra con el problema de que todo está copado por el surrealismo, él lo rechaza y dice que le interesa lo real, pero que a la vez es maravilloso. Así, el mundo americano se ve como el único lugar donde un primitivo se puede dar la mano con el hombre del siglo XX y señala que el mundo americano es ontológicamente maravilloso. En el mundo de Alejo Carpentier la cultura es extremadamente importante, por ejemplo en Los pasos perdidos se observa a un hombre super-civilizado que se va introduciendo en el mundo primitivo y esto es lo que considera Carpentier lo real maravilloso americano. En el libro se observa el punto de vista de ese hombre super-civilizado, que aunque se encuentra feliz siente que le falta algo. Se nos presentan dos espacios irreconciliables.
Miguel Ángel Asturias es el pionero en el realismo mágico. En su obra Leyendas de Guatemala podemos hablar ya de realismo mágico apoyado en el mundo maya. Paul Valery define estas historias como sueños, poemas con una mezcla de lo maya y lo cristiano. Cuando Asturias conoce en París el surrealismo y la escritura automática, aprende los mecanismos necesarios para escribir esta obra: el empleo del ritmo, de los sonidos, de las imágenes, de las onomatopeyas, etc., y se da cuenta de que los mayas, en su oralidad, también empleaban estas técnicas. El realismo mágico es una etiqueta que aparece en Europa a partir de 1925 de la mano del crítico alemán Franz Roh, primero se emplea en pintura y posteriormente el término se extiende también a la literatura. Como ya hemos apuntado Miguel Ángel Asturias es el primero en utilizar este realismo mágico, pero podemos encontrar otros autores que también siguieron esta tendencia: Juan Rulfo, García Márquez o el venezolano Uslar Pietri.
Aunque los dos géneros manifiestan la presencia de elementos fantásticos o mágicos presentados como fenómenos normales, el uso del mito o las leyendas, un uso del tiempo no lineal, etc., existen pequeñas diferencias entre ambos: anteriormente, hemos señalado como en lo real maravillosos americano se crean dos espacios irreconciliables. Siguiendo la técnica del realismo mágico el escritor solamente creará un único espacio y es ahí donde reside la mayor divergencia entre lo real maravilloso americano y el realismo mágico. Por ejemplo, en Cien años de soledad, García Márquez crea Macondo como un mundo autónomo con sus propias reglas que no depende de ningún otro. Se emplea mucho la hipérbole y todo resulta creíble porque se desarrolla dentro de ese mundo. Lo mismo ocurre en la obra Pedro Páramo de Juan Rulfo, donde se crea el espacio de Comala en el que los muertos hablan.