Soledades, de Góngora
Hoy, en La Guía 2000, nos acercamos a la obra Soledades del escritor Luis de Góngora y Argote. El poema se compuso entre los años 1612 y 1614, pero existe otra versión posterior escrita entre 1616 y 1617. Esta obra ha sido considerada la más compleja y hermética y se supone que Góngora se habría propuesto escribir cuatro Soledades que se situarían en el campo, la ribera, la selva y el yermo; y, que, según algunos estudiosos se corresponderían con las etapas de la vida del hombre. Estas serían:
– Primera etapa: la juventud.
En ella, los amores, los juegos, los matrimonios y las alegrías serían los protagonistas.
– Segunda etapa: la adolescencia.
Donde cobran una importancia fundamental actividades como la pesca, la navegación o la cetrería.
– Tercera etapa: la virilidad.
Con el protagonismo de la economía y la prudencia y actividades como la caza y las monterías.
– Cuarta etapa: la senectud.
La política y el gobierno se convertirán en los principales intereses del hombre en esta etapa.
De este ambicioso proyecto, donde pretendía tratar los temas más importantes de la tradición grecolatina, Góngora sólo terminó la primera de las Soledades y dejó sin completar la segunda de ellas.
El poema ha sido estructurado por John Beverly en cuatro grupos escenográficos:
1. Un grupo de de cabreros y cazadores que viven una vida nómada en la sierra.
2. Una aldea de labriegos, donde el peregrino asiste a una boda.
3. Una isla en la que vive una familia que se dedica a la pesca, la horticultura y a la artesanía.
4. Un feudo con su castillo, que sirve de escenario para presentar el tema de la cetrería.
Los escenarios donde la naturaleza es la protagonista se presentan como antagónicos a los espacios urbanos, identificando a los hombres que viven en un lugar y otro como dos sociedades contrapuestas. El peregrino que atraviesa todos estos sitios es, cómo no, el propio Góngora y también el lector.
El argumento de la obra es el siguiente: Un joven naufraga y llega a una tierra desconocida para él. Allí, tras secar sus ropas entabla conversación con unos cabreros que están celebrando una boda y se queda prendado de los juegos, los bailes y los cánticos de aquellas gentes. Este peregrino emprende entonces una huida del mundo urbano para adentrarse en la vida que le ofrece la naturaleza. Así irá conociendo distintos personajes que le mostraran diferentes aspectos de esa clase de vida como por ejemplo pescadores y campesinos.
La narración es escasa pero suficiente para introducir numerosos elementos descriptivos, que reflejarán perfecta y detalladamente la fauna y la flora de los lugares en los que se ambienta el poema: la Serranía de Cuenca y las rías de Galicia.
El estilo del poema es complejo, se crea así una contradicción entre la simplicidad de la vida natural y el artificio formal con el que se presenta. Góngora hace uso de un gran número de recursos retóricos como son el hipérbaton, la metáfora, la perífrasis, la enumeración, el quiasmo, el encabalgamiento, etc., junto con un sinfín de cultismos.